Tras los colores del Danok Bat está el orgullo de pertenencia a un club con una fuerte identidad que se asienta en la formación. La idiosincrasia de esta entidad merece uno de los reconocimientos de DEIA al deporte no profesional en la gala del próximo jueves. Y más cuando el Danok celebra sus bodas de oro. 

Danok Bat, premio DEIA al deporte no profesional

Danok Bat, premio DEIA al deporte no profesional Borja Guerrero

“Hace 50 años que cuatro amigos soñadores crearon un equipo con muchos objetivos que hoy en día no solo mantenemos, sino que hemos desarrollado y aumentado. Pero la esencia sigue siendo la misma”, reflexiona Arkaitz Astoreka, responsable de fútbol 7. Esa naturaleza está clara: “Ponemos en el centro de todo la actividad de los niños y los jóvenes. Es decir, el jugador está en el epicentro de nuestro trabajo. Tenemos una filosofía muy clara pero que no gira solo en torno al fútbol; entra en juego la persona. Nuestra formación es integral en ese sentido. Por otro lado, tenemos en cuenta el entorno de los niños y los jóvenes, para nosotros sus familias son muy importantes”, explica Astoreka. 

Ese es el legado de Jesús Arriola, José Luis de Castresana, Manu Saratxaga y Rikardo Landa, que pusieron en marcha el club en 1972, en los barrios de Begoña y Santutxu. Actualmente, el Danok cuenta con cerca de 400 futbolistas y siete equipos federados, a los que hay que sumar el deporte escolar, con otros ocho conjuntos. Además, en los últimos 10 años, han salido de sus filas 20 jugadores que militan entre Primera y Segunda, aparte de otras ligas extranjeras. También es, sin duda, un perfecto aliado para el Athletic.