Durango - La Cultural de Durango, que hace un lustro apostó por un proyecto basado en jugadores de la comarca y en un fútbol de posesión, disputará su tercer play-off en los últimos cuatro años. Hace tres temporadas cayó en primera ronda ante el Deportivo B, mientras que el curso pasado se despidió, también de primeras, en una interminable tanda de penaltis en Écija. Ambas experiencias las vivió en el banquillo durangarra Igor Núñez (Laudio, 1975), la primera, como ayudante de Imanol de la Sota, y la última, como primer entrenador, puesto en el que desarrolla su tercera campaña. Esta vez, tras conquistar el título de Tercera, la Cultu encara el reto por la vía corta. Si vence al Conquense, ante el que jugará la ida el sábado a las 18.30 horas en casa, ascenderá a Segunda B. El míster, hijo de Txato Núñez, analiza para DEIA la gran campaña de su equipo y cómo se presenta la eliminatoria.

Hay bastante unanimidad al reconocer a la Cultural como el justo campeón. ¿Cómo lo valora?

-Las felicitaciones de los rivales son las que más ilusión me hacen, es el mayor reconocimiento que podemos tener. El equipo ha sido capaz de superar situaciones complicadas y creo que hemos merecido ser campeones. La cifra de puntos de la segunda vuelta -44 de los 77 con los que acabaron-, habla por sí sola.

31 años hacía que Tabira no festejaba el título. No es de la villa, pero va a conseguir el carné de durangarra.

-Es especial lograr algo que creo que tan solo se había conseguido dos veces en un club centenario como este. Habla muy bien del trabajo que ha realizado esta plantilla. No es sencillo, porque competimos contra presupuestos más potentes. En cuanto al carné, sin tenerlo, ya me siento durangarra. Entrené dos años al juvenil y ya llevo cinco en el primer equipo, así que mi corazón es culturalista.

Ahora toca pelear por el ascenso. ¿Qué conocemos del Conquense?

-Ha logrado unos números similares a los nuestros. Parece que le gusta jugar directo, con ataques rápidos. Arriba, entre el nigeriano Adibe y Bravo suman más de treinta goles. Habrá que tener cuidado de que no nos cojan la espalda.

¿Los recuerdos de Écija y de Elche en Copa, donde cayeron en la prórroga, pueden generar desconfianza o, por el contrario, han hecho madurar al equipo?

-Esas experiencias nos han dado un extra de madurez que ha sido una de las claves para acabar campeones. Nos ha ayudado a desequilibrar el marcador en algunos momentos. Ahí puede residir la diferencia entre el pasado año, que fuimos terceros, y este.

¿Cuáles han sido esas otras claves de la gran campaña?

-Tener buenos futbolistas identificados con el proyecto y entre ellos. El vestuario es una familia y se comporta como tal en el campo, muy solidario. También que la capacidad goleadora ha estado muy repartida, más allá de los veinte goles de Ekain. Además, siempre han estado convencidos de su potencial para ser campeones. El verano pasado salieron de la plantilla jugadores con peso importante, pero supimos encontrar esos perfiles para reforzar al equipo.

En Écija y Elche salieron ovacionados y tienen una legión de seguidores gracias a la buena imagen que dejaron.

-Sí, pero igual es mejor ganar la eliminatoria y que te insulten (Risas). Es cierto que acumulamos halagos en eliminatorias que perdimos, pero esas experiencias servirán para afrontar con más garantías la que nos llega ahora.

¿Qué saben de La Fuensanta?

-Es de hierba natural y grandes dimensiones. En principio no se nos tiene por qué dar mal. El estadio es cerrado y caben 6.000 personas, así que apretará.