bilbao - Enrique Castro, Quini, leyenda del fútbol que hizo carrera primero en el Sporting de Gijón y luego en el Barcelona, falleció ayer a a causa de un infarto a los 68 años de edad. El infarto se produjo a última hora de la tarde de ayer mientras el exfutbolista se dirigía en su coche a su casa, en el barrio gijonés de La Calzada. En un primer momento fue atendido por dos policías hasta la llegada de una UVI móvil. Los sanitarios lograron estabilizar su estado en un primer momento, pero cuando ya se dirigían Hospital de Cabueñes sufrió otro infarto que ya no pudo superar e ingresó ya cadáver.

Todo el mundo del fútbol expresó sus condolencias conocida la noticia, destacando sobre todo su buen talante como persona.

Qini nació en Oviedo el 23 de septiembre de 1949 en el seno de una familia de deportistas muy ligada al fútbol. Su hermano Jesús, que fue portero del Sporting y falleció en 1993 ahogado después de salvar a dos niños en una playa cántabra, y su padre también fueron futbolistas.

Al cumplir los 14 años Quini trabajó como pinche en una industria metalúrgica. Un año después fichó por el Don Bosco. Trabajaba y estudiaba en la Escuela de Formación Profesional para soldador, y en 1964 pasó a la empresa Ensidesa para ingresar tres años más tarde en el Sporting, en el que permaneció trece años, hasta el 1 de julio de 1980, para fichar por el Barcelona.

Quini era el prototipo del clásico delantero centro que estaba siempre en el sitio apropiado para conseguir el gol. Así fue siete veces Pichichi: cinco en Primera División (1974, 1976, 1980, 1981 y 1982) y dos en Segunda (1970 y 1977). Fue internacional en 35 ocasiones con la selección absoluta, con la que debutó el 28 de octubre de 1970 ante Grecia (2-1).

EL SECUESTRO EN 1981

En 1981 vivió su peor experiencia personal. El 1 de marzo de 1981, después de jugar un Barcelona-Hércules, fue secuestrado cuando se disponía a ir al aeropuerto a recoger a su esposa. Durante muchos días su desaparición fue un misterio pues los secuestradores tardaron mucho tiempo en dar señales. Finalmente, tras complicadas negociaciones y tremendas tensiones, pudo ser liberado el 25 de marzo de 1981, en Zaragoza, en un taller donde había permanecido todos los días que duró su secuestro. Este suceso afectó tanto al equipo azulgrana que llegó a perder una liga que dominaba con autoridad hasta entonces. Quini perdonó a sus captores y su actitud no fue bien vista por los directivos del Barcelona. El jugador renunció a la indemnización que debían pagar sus secuestradores.

Permaneció en el Barcelona hasta 1984, año en el que regresó al Sporting, donde se retiró del fútbol un 21 de agosto de 1987.

A lo largo de su carrera deportiva consiguió dos Copas (1981 y 1983), una Recopa (1982) y una Copa de Liga (1983). Siempre con el Barça.

Participó en dos mundiales con la selección española: Argentina’78 y España’82; y también estuvo en la Eurocopa de Italia de 1980.

Antes de abandonar el Barça, Quini creó la Fundación de Becas que lleva su nombre. Tras colgar las botas continuó vinculado al mundo del fútbol como secretario técnico del Sporting hasta junio 1990 y luego como delegado del equipo hasta agosto de 2015.

Medalla de Oro al Mérito Deportivo e Hijo adoptivo de Gijón, donde hay una calle con su nombre, Quini estaba casado con María de las Nieves Cañada y tenía cuatro hijos.

El 7 de febrero de 2008 tuvo que ser operado de una afección cancerosa de la que logró recuperarse satisfactoriamente.