Bilbao - El largo culebrón protagonizado por Alex Berenguer, Osasuna, Athletic y Nápoles tocó ayer a su fin de la manera más inesperada. Como si de un guion de Hollywood se tratara, el club rojillo anunció en la mañana de ayer el traspaso del centrocampista navarro por 5,5 millones de euros más uno sujeto a una serie de variables, pero el equipo de destino no será el Nápoles, a pesar de que la entidad iruindarra había advertido días atrás estar cerca de sellar un acuerdo cocinado a fuego lento. El de Barañain tampoco recalará en el Athletic, a quien Osasuna reclamaba los 9 millones de euros de su cláusula de rescisión antes, incluso, de tomar la decisión de romper relaciones con Ibaigane debido al pago de los 450.000 euros de la cláusula del juvenil rojillo Jesús Areso, ahora en las filas del Bilbao Athletic. Finalmente será el Torino, noveno clasificado la pasada temporada en la Serie A, el conjunto en el que milite Berenguer.
La operación, que se cerró a las 2.00 horas de la madrugada del lunes de manera satisfactoria para los intereses del club navarro, a tenor de lo expresado en su comunicado oficial, se selló además con una cláusula anti-Athletic de por medio que obligará al Torino a abonar 1,5 millones de euros a Osasuna en caso de un futuro traspaso al equipo rojiblanco. La junta directiva rojilla, así pues, cumplió su amenaza y abocó al club comprador a aceptar una contraprestación económica a fin de torpedear en la medida de lo posible un hipotético desembarco de Berenguer en San Mamés en un futuro más o menos cercano.
El jugador, por su parte, renunció al 15% del traspaso que le correspondía para desatascar la situación y enfundarse la camiseta del Torino, cuya oferta superaba considerablemente la recibida por parte del Nápoles, que se cayó a última hora de la subasta por el navarro al no haber conseguido aligerar a tiempo la plantilla para dar cabida al de Barañain y mostrarse, además, reticente a aceptar la cláusula anti-Athletic impuesta por Osasuna al comprador de turno. Después de aceptarla en la reunión mantenida con la cúpula rojilla en la reunión del pasado día 7, el Nápoles dio marcha atrás exhibiendo unas dudas relacionadas también con el montante final de la operación que impulsó a Osasuna a dar por válida la oferta en firme del Torino, que contaba con el visto bueno del propio Berenguer y que en ningún momento puso trabas a la hora de asumir la citada cláusula anti-Athletic. El centrocampista presentaba ya ciertos síntomas de impaciencia al no haberse podido ejercitar con sus ya excompañeros debido a la necesidad de evitar cualquier contratiempo físico que echara al traste una operación en la cual recibió una oferta que “no he podido rechazar”, según manifestó el propio futbolista ayer en su rueda de prensa de despedida de Osasuna.
Por petición propia El navarro, que no hizo referencias al Athletic ni al Nápoles, los dos equipos que más interés habían mostrado durante semanas y meses por hacerse con sus servicios, reconoció ante los medios de comunicación que fue él, en última instancia, quien solicitó a los dirigentes del club rojillo aceptar la oferta del Torino, al cubrir sus intereses personales. “Le he pedido al club que me deje marchar, porque hay trenes que solo pasan una vez en la vida y hay que cogerlos. No es una decisión sencilla, pero supone una oportunidad muy grande para mí”, recalcó Berenguer antes de hacer hincapié en que también quería que la operación “fuera beneficiosa para el club, ya que me lo ha dado todo y siempre estaré agradecido”.
Tampoco faltaron sus palabras de cariño hacia la afición osasunista, así como su palpable interés en dejar una puerta abierta en pos de un posible regreso en el futuro. “Allá donde esté siempre seré un rojillo más. Ojalá algún día pueda volver a casa”, escribió Berenguer en su cuenta de Instagram después de haber subrayado previamente en El Sadar que su despedida “no es un adiós, sino un hasta luego”.
Por su parte, Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna, admitió que el traspaso, cocinado con el Torino en secreto por petición expresa del club de Piamonte, “ha sido el mejor para nuestro club, al superar otras ofertas que nos habían llegado. La venta de Alex es una de las más elevadas de la historia de Segunda División”, se congratuló asimismo el director deportivo rojillo.
El culebrón, así pues, tocó ayer a su fin de la manera menos esperada, con Berenguer rumbo a Italia y con cláusula anti-Athletic, pero lejos de Nápoles.