bilbao - Tras el órdago de Cristiano Ronaldo, que declaró indirectamente, y a través del diario deportivo lisboeta A Bola, que está decidido a dejar el Real Madrid por lo que considera una persecución de la Fiscalía de Madrid, que le acusa de cuatro delitos contra la Hacienda Pública cometidos entre 2011 y 2014, el club blanco maneja la crisis con mucha calma. Florentino Pérez, a punto de ser reelegido como presidente, cree que se trata tan solo de un enorme enfado de su jugador franquicia, al que renovó en octubre hasta 2021 con una cláusula de 1.000 millones, según se relata en diversos medios de comunicación.
En el Real Madrid están convencidos de que el tiempo calmará los enfados de Cristiano, que después de la final de Cardiff y del doblete Liga y Champions, se mostró muy ilusionado con este nuevo ciclo y con el proyecto de Zidane.
En las oficinas del Bernabéu no han recibido ninguna oferta por Cristiano Ronaldo, pese a que en los medios portugueses se especula con cifras millonarias y con el interés de muchos clubes. Y lo que es más importante: Tampoco se ha recibido ninguna llamada del jugador manifestándoles su deseo de querer marcharse. Creen que, si el portugués quisiera irse de verdad, habría llamado de forma muy discreta a la puerta con una oferta bajo el brazo.
Con todo, y si Cristiano no da marcha atrás y se mantiene firme en su idea de abandonar el Real Madrid, el club blanco deberá plantearse una operación de traspaso que, a buen seguro, moverá las mayores cifras de la historia. En este sentido, el Madrid haría un negocio de no menos de 400 millones de euros, aunque en estas cantidades que ingresaría el Madrid no está el dinero que dejaría de ganar gracias a la imagen de Ronaldo, el jugador más mediático de la plantilla y negocio redondo para el club madridista.
Cristiano también ha estallado contra sus asesores alegando que no sabía nada del asunto y sin embargo está acusado de defraudar de forma “consciente” 14,7 millones de euros al fisco español. Y ese será precisamente el argumento de su defensa.
la estrategia a seguir “Ronaldo de eso no sabe, no supo y no podía saber”, así resumía ayer el semanario portugués Expresso el mensaje que los abogados del astro pretenderán transmitir a lo largo del proceso, para el que han fijado dos objetivos: que sea lo más breve posible y que quede claro que el portugués no es Messi.
Cualquier parecido con el argentino del Barcelona, condenado a 21 meses de cárcel por defraudar 4,1 millones de euros, es indeseado para la defensa de Ronaldo, que no obstante se ve ahora investigado por el mismo tipo de ingresos que llevaron a su rival ante la Justicia: los derechos de imagen. - K. T.