bilbao - El entrenador del Espanyol, Constantin Galca, y el del Barcelona, Luis Enrique, posaron untos para los medios en el estadio de Cornellà-El Prat en una estampa que es habitual, pero que adquiere un valor añadido por ser un llamamiento a la concordia tras el accidentado partido de ida en el Camp Nou y de cara al encuentro de vuelta de hoy, el tercer derbi en menos de once días, en el cual el conjunto perico tiene la misión imposible de remontar el 4-1 de la ida.

Ambos entrenadores entienden que este acto podría ayudar a enfriar la crispación. “Es un modo de transmitir a la afición que es sólo un partido”. “En la ida ha habido tensión y espero que no pase otra vez en nuestro campo”, señaló Galca. El entrenador rumano, además, ha explicado que mantiene una relación “muy buena” con su homólogo azulgrana. “Le quiero felicitar porque ha sido elegido el mejor entrenador del mundo. Se lo merece y espero que tenga muchos éxitos”, enfatizó.

Por su parte el entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, abogó antes del encuentro con su colega del Espanyol por “la prudencia para que lo importante” suceda dentro del terreno de juego.

El preparador asturiano calificó de “fantástico” el encuentro con Galca “si ayuda para evitar algún brote de violencia”, dijo, “aunque no sé si sirve para eso”, añadió con escepticismo.

Al ser preguntado por los incidentes del último derbi en el Camp Nou, Luis Enrique quiso restar trascendencia a los altercados entre los jugadores de ambos equipos en el túnel de vestuarios que acabó con la sanción de dos partidos a Luis Suárez, aunque en el bando del Espanyol el mediocentro senegalés Pape Diop y el centrocampista paraguayo Hernán Pérez son baja segura por sanción, ya que fueron expulsados en el partido de ida.

El mirandés da la sorpresa En los dos partidos de octavos de final de Copa adelantados ayer, El Mirandés volvió a dar la sorpresa y abochornó en A Coruña al Deportivo con una victoria por 0-3, con goles de Provencio (mts 41 y 71) y de Abdón Prats (min.55), en el estadio de Riazor que le lleva a cuartos de final.

El único superviviente de la Liga Adelante dio una lección táctica a su rival, que perdió su tercer encuentro consecutivo (dos de Liga y este de Copa) después de haber llegado a 2016 con solo dos derrotas y fue silbado por su afición. El Mirandés ya había eliminado al Málaga en la anterior ronda copera y en la de 2011-12 llegó a las semifinales del torneo, donde cayó ante el Athletic.

Por su parte el Sevilla goleó al Betis por 4-0 (Reyes, Rami, Gameiro y Kakuta) sin necesidad de emplearse a fondo y superó los octavos de final por un global de 6-0, humillando así a su gran rival bético.