bilbao - Tal y como se esperaba, Leo Messi conquistó ayer su quinto Balón de Oro, sublimando así el apoteósico año del Barcelona en el que ha logrado cinco títulos de competición oficial (Liga, Copa, Liga de Campeones, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes). Tan solo se le ha escapado uno, la Supercopa de España, torneo que perdió, y además recibiendo un severo castigo, ante el Athletic (4-0 en San Mamés y 1-1 en el Camp Nou).
La FIFA ha ungido el fútbol blaugrana, que ofrece el caldo de cultivo ideal para que Messi pueda llevar al paroxismo su arte balompédico, con la elección de Neymar como el tercer mejor futbolista del mundo, premiando a Luis Enrique Martínez como mejor entrenador del año y con la presencia de cuatro jugadores azulgranas (además de Leo, Andrés Iniesta, Dani Alves y Neymar) en el equipo ideal de 2015. Sin haber ganado título alguno, el Real Madrid también tuvo una destacadísima presencia y protagonismo en la Gala celebrada ayer en Zurich (Suiza), pues además de tener a Cristiano Ronaldo como candidato a Balón de Oro, cuatro de sus futbolistas (Sergio Ramos, Marcelo y Modric, además de Cristiano) estuvieron presentes en el once ideal.
Real Madrid y Barça aportaron ocho futbolistas a esta selección mundial, elegida por el FIFPro (Sindicato de Futbolistas Profesionales), confirmando la supremacía de la Liga española (o mejor dicho de estos dos clubes) sobre el universo futbolístico.
la espina clavada Con tan solo 28 años, Leo Messi lleva camino de establecer un récord de galardones (de goles, de pases de gol, de...) y hoy por hoy es complicado imaginar a otro futbolista que pueda igualar su extraordinaria carrera. A su magia con la pelota hay que añadir su extraordinaria eficacia, con 51 goles y 26 asistencias en los 61 partidos disputados, suficiente para ganar también la Bota de Oro.
Messi sigue aumentado su leyenda y sin embargo entre los argentinos, y muchos otros futboleros, seguirá a la sombra de Diego Armando Maradona mientras no consiga conducir a la albiceleste hasta el título de campeón del mundo. Es una espina que tiene clavada en su corazón, como admitió ayer mismo el propio jugador horas antes de recibir el galardón. “Cambiaría mis cinco Balones de Oro por ganar un Mundial. Siempre dije que los objetivos colectivos están por delante de los individuales, y ganar un Mundial es lo máximo para un jugador”, reconoció en la rueda de prensa previa a la gala de la FIFA.
Tras recibir su quinto Balón de Oro, Messi, poco dado a la oratoria, se limitó a decir, mientras no quitaba ojo a su inquieto hijo pequeño, que se encontraba entre el público en brazos de su madre: “Los cinco trofeos conquistados en estos años son mucho más de lo que imaginaba, de lo que soñaba cuando era chiquito. Doy las gracias a mis compañeros, porque sin ellos esto no sería posible. Por último quiero agradecer este trofeo al fútbol en general, por todo lo que me hizo vivir, tanto lo bueno como lo malo. Eso me hizo crecer en la vida”, señaló Messi, vestido con un sobrio esmoquin negro de Armani. Porque, a falta de intriga en conocer el nombre del elegido, sí había en cambio gran expectación por ver el atuendo que exhibiría La Pulga, conocidos los antecedentes.
Las votaciones Messi ha logrado el 41,33 por ciento de los votos, mientras que Cristiano Ronaldo sumó el 27,76% por el 7,86 de Neymar, probablemente penado por el tiempo de evaluación (de octubre a octubre) y su descalabro con Brasil en la Copa América, donde fue expulsado tras una trifulca en un partido ante Colombia y sancionado con cuatro partidos de sanción. Pero al ritmo que va (su exhibición ante el Real Madrid en el Bernabéu, por ejemplo) presagia que está para apuntarse al trío de finalistas por muchos años.
Durante el ceremonial trascendió que el polaco Robert Lewandoski (Bayern de Múnich) acabó como cuarto jugador más votado, por delante de otro barcelonista, el uruguayo Luis Suárez, Thomas Müller (Bayern) , Manuel Neuer (Bayern), el belga Eden Hazard (Chelsea) o Andrés Iniesta, un habitual del podio que esta vez ha descendido al noveno escalafón. El chileno Alexis Sánchez (Arsenal) cerró el top ten del fútbol mundial.
El ganador del FIFA Balón de Oro sale de los votos que emiten los capitanes y seleccionadores de 207 de las 209 asociaciones que integran la FIFA (Indonesia y Kuwait están suspendidas), así como representantes de la prensa de diferentes países.
Como capitanes de sus respectivas selecciones (Argentina, Portugal y Brasil), Messi votó a Luis Suárez, Neymar e Iniesta; Cristiano a Benzema, James y Bale y Neymar a Messi, Luis Suárez y Rakitic.
El seleccionador español, Vicente del Bosque, apostó por Messi, Cristiano Ronaldo e Iniesta, por ese orden. Curiosamente, el capitán de la selección española, Iker Casillas, ahora en el Oporto, no emitió su voto, quizá para no retratarse, argumentando que le llegaron tarde los papeles.
Messi ha sido finalista en las últimas nueve ediciones, sumado cinco Balones de Oro, dos más que su gran rival, Cristiano Ronaldo, que recogió el pasado año ese galardón emitiendo aquel gutural grito que dejó pasmado a más de uno y afirmando que su reto era convertirse, ni más ni menos, en el mejor futbolista de todos los tiempos. Ayer sin embargo, llevó con desenvoltura su papel de segundón porque, parecía obvio, tenía asumido desde hace tiempo que el trofeo era propiedad de Leo Messi.
Con todo, Cristiano está a la altura de mitos del fútbol como Johan Cruyff, Michel Platini o Marco van Basten, que también consiguieron en tres ocasiones el preciado trofeo.
el desaire de luis enrique El año apoteósico del Barça también se ha visto reflejado en la elección de Luis Enrique Martínez como mejor entrenador. Pero el técnico asturiano va Woddy Allen por la vida, y como el genial director cinematográfico, nominado diez veces para el Oscar y ganador de cuatro de estos preciados trofeos, pasa tanto del ceremonial como del agasajo. Luis Enrique prefirió entrenar a viajar a Zúrich, delegando los honores en Robert Fernández, director técnico del Barça.
Luis Enrique (31,08 por ciento de los votos) superó en las votaciones a Pep Guardiola (22,07 %), que tampoco acudió a la gala, y al seleccionador chileno Jorge Sampaoli (9,47%). Ante la desafección de dos de los tres técnicos nominados la FIFA optó por suspender la rueda de prensa previa a la entrega del galardón.