El Elche tiene de 10 días para pagar a sus jugadores 7 millones de euros
BILBAO. Eva María Alfageme, titular del Juzgado Central de lo Contencioso administrativo 9 de la Audiencia Nacional, acordó ayer alzar las medidas cautelares que tomó la semana pasada, por lo que confirmó el descenso del Elche a Segunda División , mientras que el Eibar continuará en la máxima categoría.
Conocida la decisión, el consejo de administración del Elche mostró su indignación ante lo que considera un “acto de absoluta desproporcionalidad”. En un comunicado oficial, el club ilicitano afirma que procederá a ejercitar “cuantas acciones le sean concedidas en derecho para la defensa de sus intereses”.
Sin embargo las consecuencias de la decisión tomada por la Audiencia puede traer peores consecuencias, dado el grado de endeudamiento del club. El consejo de administración del Elche dispone de diez días para saldar su deuda con jugadores y exjugadores de su plantilla y evitar un nuevo descenso administrativo, en esta ocasión a Segunda División B.
Sin tiempo para recuperarse del impacto anímico del descenso a Segunda, los dirigentes del Elche deben hacer frente estos días a una deuda próxima a los 7 millones de euros. El club estaba convencido de que podría hacer frente a la deuda denunciada ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) con los ingresos de Primera, pero en el nuevo escenario ya no lo tiene tan seguro.
El descenso administrativo deja sin ayuda económica por pérdida de categoría al Elche, reduce los ingresos de televisión y supone un enorme impacto para la campaña de venta de abonos, que no termina de arrancar y que solo ha registrado algo más de 1.200 ventas cuando la pasada campaña, a estas alturas, sumaba más de 15.000.
Además, la opción de vender jugadores importantes para recaudar dinero se desvanece, ya que hasta seis futbolistas importantes de su plantilla, Fayçal Fajr, Adrián González, David Lombán, Víctor Rodríguez, Pedro Mosquera y Cristian Herrera, quedan libres si un club de superior categoría logra igualar sus contratos.
La entidad ilicitana recibió denuncias de todos sus jugadores de la última temporada, a los que adeuda cuatro mensualidades, así como las primas de permanencia de las dos últimas temporadas, por lo que también adeuda dinero a futbolistas que ya no están en la entidad.
Las razones de la jueza
Tras la vista celebrada el lunes con representantes del Eibar y Elche, la LFP y del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la jueza considera que “no concurren circunstancias que justifiquen el mantenimiento de la medida de suspensión” y no modifica la resolución del TAD del 13 de julio. Dicha resolución puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional en el plazo de quince días, cincunstancia que probablemente hará efectiva el club ilicitano.
La magistrada considera que rechazar las medidas solicitadas por el Elche “no tiene por qué llevar a situaciones dramáticas e irreversibles”, sobre todo cuando “cada temporada, al final de la Liga, algunos clubes descienden de categoría y otros ascienden y ello no implica su desaparición”. La jueza señala que no ignora “los muchos intereses que el Elche va a ver afectados por la no adopción de la suspensión”, pero subraya que no se pueden desconocer datos “importantes”, como que las deudas del club con Hacienda no se abonaron en periodo voluntario.
Eva María Alfageme añade en su resolución que “hubo varios requerimientos no atendidos” por el Elche y “solo, cuando se le impuso la sanción de descenso de categoría se tomó la decisión de pagar, no antes”.
La satisfacción de Aranzabal
Por su parte, el presidente del Eibar, Alex Aranzabal, no ocultó su satisfacción, y el fin de la zozobra tras dos meses sin conocer a ciencia cierta si jugarían en Primera o Segunda el próximo curso. Por eso, dijo tras conocer la decisión de la Audiencia, la sentencia demuestra que “la competición no se dirime solo en los terrenos de juego” porque exige “el cumplimiento deportivo y económico”.
Aranzabal añadió que “esta sentencia vuelve a confirmar por tercera vez que el Eibar es equipo de Primera División”. “La jueza ha escuchado a las partes y ha ratificado lo anterior”, puntualizó en rueda de prensa. “La idea fundamental es que la competición exige el cumplimiento de normas y que la competición no se dirime solo en los terrenos de juegos. Además de 38 partidos, hay que cumplir unos requisitos”, indicó Aranzabal para destacar que “en Escocia, un equipo como el Glasgow Rangers, que aquí sería un Real Madrid o Barcelona, fue descendido a cuarta categoría por sus deudas económicas”. También recordó que hace un año un juez de la LFP bajó administrativamente al Murcia a Segunda B por motivos económicos.
“La competición exige el cumplimiento deportivo y económico. Ya es hora de que se acabe eso de que lo que se gana en el campo es lo único que cuenta. Los clubes son empresas y hay que cumplir, tanto dentro como fuera del campo”, enfatizó.
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