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La conquista de los continentes

Las ocho mejores selecciones de los cinco continentes se debaten por la jerarquía

La conquista de los continentesFoto: efe

bilbao. Ayer cerca de 400 manifestantes instalaban barricadas en las vías de acceso de la sede que será el escenario para la ceremonia de inauguración de la Copa Confederaciones, Brasilia, donde se denuncia el elevado gasto público para la organización del Mundial 2014, así como la cantidad de desalojos forzosos, entre otros. Pero al otro lado de los muros de cemento de los colosos, sobre el terreno de juego, ajeno a la controversia, hoy echa a rodar el balón. Brasil, como anfitrión, abre la escena frente a Japón (21.00 horas en Euskadi) de una competición que será la prueba de fuego para el país de cara a la celebración del venidero Mundial. Un test para los campos de fútbol, para la nueva tecnología del gol fantasma, para las futuras sedes, pero también un examen social.

Brasil, además de ser anfitriona es la vigente campeona, y Japón serán el mascarón de proa para el total de los ocho contendientes, ocho selecciones clasificadas como las mejores de los cinco continentes y que se debatirán desde hoy por estar en la final del 30 de junio en el estadio Maracaná. Precisamente Brasil se erige como una de las dos principales candidatas para alzar el trofeo, con Neymar de máximo exponente y con los focos todavía más atentos tras su incursión en el vestuario del Barcelona, compitiendo en este apartado con España. Ambas selecciones se reparten en cada uno de los dos grupos. De hecho, España también estrenará grupo, el B, con su duelo de mañana por la noche (00.00 horas) ante Uruguay, uno de los grandes escollos para españoles y brasileños, a tenor de su temible ataque, con algunos de los delanteros en boga, como son Luis Suárez o Cavani. Para España, la principal duda será la elección entre un plantel colmado de calidad, con cuestiones principalmente en la posición de portero y en la figura del delantero centro.

Y es que, así como para Brasil y España existe la obligación de cumplir con la condición, la competición se antoja como un escaparate para el resto de combinados en liza. Para Italia, por ejemplo, servirá para reconfirmar ese nuevo estilo de posesión en su juego; para Uruguay o México será recordar el peso específico del fútbol suramericano en el marco del fútbol mundial; mientras que para Japón, Nigeria o Tahití la empresa tratará de instalar un nombre en el panorama, ser la rimbombante sorpresa de turno. A pesar de la revuelta, comienza el juego, la batalla por el trono de los continentes.