Talentos a la fuga

Bilbao

jose María Del Nido, presidente del Sevilla, calificó de "espectacular", aunque "dolorosa" por lo que conlleva desprenderse de tan valioso jugador, la operación que concluyó el pasado lunes con el traspaso de Jesús Navas al Manchester City. 20 millones de euros a tocateja más otros seis en función de variables por objetivos, que sirven para tapar los 25 millones de déficit presupuestario con los que el club cerró el último ejercicio.

Navas, que perdonó al club hispalense un millón de euros de su contrato porque ahora cobrará un sueldo cuatro veces superior, se convirtió entonces en el penúltimo talento que se escapa de la Liga española con rumbo preferente a la Premier, donde el desembarco de portentosos mecenas y un reparto bastante más equitativo de los derechos televisivos, por lo general la parte sustancial del presupuesto de los clubes, ha convertido ese campeonato británico mucho más atractivo para ser exportado al mercado internacional, preferentemente Asia, porque tiene mayor competencia y emoción.

En la Liga BBVA o es blanco o es blaugrana. No hay otro matiz. El resto de equipo se han convertido en meros comparsas, de tal forma que hay dos competiciones paralelas. Acabar tercero o cuarto y clasificarse para la Liga de Campeones es la gran meta del resto de los equipos.

De los 23 futbolistas convocados por Vicente del Bosque para la selección española que disputará la Copa de las Confederaciones solo uno, Roberto Soldado, no forma parte del Real Madrid o Barcelona y, en su defecto, de alguno de los grandes clubes ingleses, salvo Javi Martínez, integrante del Bayern de Múnich, legendaria potencia del fútbol mundial que acaba de ganarlo todo bajo la batuta de Jupp Heynckes.

En la pasada campaña, en la Premier estaban enrolados una treintena de futbolistas españoles, entre ellos la élite que no ha encontrado acomodo en el Real Madrid o Barcelona, aunque también un nutrido grupo de eficaces subalternos.

Ni el Atlético de Madrid se libra de la situación, aunque desde que está al frente del equipo el Simeone todo parezcan alegrías, como la conquista de la Europa League hace un año imponiéndose en la final al Athletic, y sobre todo en la que acaba de finalizar ganando el título de Copa al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu y clasificándose para la Champions, el objetivo, porque es la competición que da dinero.

Falcao y Agüero Y eso es lo que necesita el club colchonero, que no ha tenido otra que vender a Radamel Falcao, lo mismo que hizo antes con el Kun Agüero o Diego Forlán, al Mónaco, otro nuevo rico gracias a un oligarca ruso, en una operación por la que el club monegasco pagó 60 millones de euros, 45 de los cuales se embolsa el Atlético de Madrid.

Un dinero que empleará en fichar a otro delantero de referencia mucho más barato, desde luego, y seguir amortizando su cuantiosa deuda. Solo la suscrita con Hacienda ascendía hace un año a 150 millones de euros. Cifra que se dispara a 216 millones a consecuencia de los intereses de demora y pago aplazado. Tras llegar a un acuerdo con la Agencia Tributaria, para el año 2017 deberá saldar toda la deuda, so pena de nuevas sanciones.

Con Hacienda ya no se pueden dar largas, tal y como hacían antes los clubes ante la laxa mirada de las autoridades de turno. Porque, además del afán recaudatorio actual, en el horizonte inmediato se cierne la implacable advertencia de la UEFA: A partir de la temporada 2014-15, los clubes que no tengan equilibrados sus balances no podrán participar en las competiciones europeas.

La pasada temporada la UEFA retuvo cautelarmente los premios a 23 clubes europeos, entre ellos el Atlético y el Málaga, hasta que cumplieran con el pago de unos atrasos por diversos conceptos. El Málaga, además, fue excluido de las competiciones la próxima temporada a causa de sus deudas, decisión que está pendiente de resolución en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), cuya resolución es inminente.

Lo ciento que al Málaga llegó hace tres temporadas el jeque catarí Abdulá al Thani, que ha invertido 140 millones en las entidad, y que ahora, tras muchas vacilaciones, llegadas y desapariciones (y con ellas el dinero), está desinvirtiendo aduciendo la escasa ayuda y reciptibilidad de las instituciones andaluzas, que no están precisamente para dispendios, a otros negocios personales y poniendo en venta a los jugadores que más ganan (como hizo con Cazorla o Joaquín) o con más proyección en el mercado, tal es el caso de Isco, la joven promesa por la que propugnan el Manchester City, al que dirigirá precisamente el exentrenador del Málaga, Manuel Pellegrini, o el Real Madrid.

Otro talento que está a punto es escaparse es Iago Aspas, el referente del Celta, a punto de ser contratado por el Liverpool por unas cifras que rondan los nueve millones de euros.

Aspas, por lo menos, ha dejado un buen dinero en el club vigués, algo que no ha ocurrido con Fernando Llorente, contratado por la Juventus, aunque sí con Javi Martínez, por quien el Bayern pagó 40 millones de euros al Athletic.