bilbao. Hace una semana Philippe Montanier, José Luis Mendilibar o Juan Antonio Anquela, entrenadores respectivos de la Real Sociedad, Osasuna y Granada, estaban muy cuestionados en sus respectivos clubes, y alguno con pie y medio fuera del mismo, como es el caso del técnico vizcaino, quien no tuvo reparo alguno en reconocer la situación límite, como tampoco el presidente de la entidad navarra, Miguel Archanco. O se sacaba algo positivo del estadio del Espanyol o...

Pero Osasuna ganó, lo mismo que la Real y el Granada, y la comezón de la crisis, de momento, mudó de barrio.

Pero antes, en el seno de Osasuna nadie negaba que el mexicano Javier Aguirre, actualmente sin equipo, que ya estuvo al frente de los rojillos durante cuatro temporadas y con el cual el equipo pamplonés alcanzó por primera vez en su historia plaza para la Liga de Campeones, ya tenía la maleta medio hecha ante el inminente destitución de su colega.

El Vasco Aguirre tendrá que esperar hasta la próxima crisis. Como dijo Mendilibar no sin cierta sorna tras el Espanyol-Osasuna (0-3) de la pasada jornada, "si antes estaba en la cuerda floja, imagino que seguiré. Por ganar un partido no creo que salgamos de ahí. Seguimos siendo últimos", recordó el técnico de Zaldibar.

Osasuna, a su vez, ha trasladado la situación límite al Espanyol, en donde su entrenador, el argentino Maurico Pochettino, hasta hace poco reverenciado por los dirigentes del club y la hinchada perica, también ha caído en desgracia.

La afición del Espanyol pidió, por primera vez, la dimisión del entrenador. Duele demasiado caer en casa contra el colista y por goleada.

El Espanyol está pendiente de una cumbre entre el consejero delegado, Joan Collet, el director deportivo, Ramón Planes, y el entrenador, que probablemente se celebre hoy. Se prevé que Planes y Pochettino pongan su cargo a disposición del club.

Hace un año y cumplida la undécima jornada liguera, el Espanyol estaba clasificado en la séptima posición, con 16 puntos. Ahora es penúltimo, con nueve. Con la misma comparación, Osasuna era décimo, con 14 puntos, igual que el Athletic, que entonces detentaba la novena plaza.

La Real, en cambio, era colista, con ocho puntos. Ahora ocupa la decimotercera posición, con trece. Hace un año y en esas circunstancias Montanier comenzaba a ser cuestionado, aunque apenas daba sus primeros pasos. En el último encuentro que la Real jugó en Anoeta, la afición txuri urdin pidió la dimisión del preparador galo por enésima vez, solo que en esta ocasión de forma mayoritaria. La Real, a su vez, había perdido frente al Espanyol.

Con la guillotina afilada, siete días después y contra pronóstico la Real Sociedad venció con solvencia en La Rosaleda al Málaga (1-2), el equipo de moda. Consecuencia: la Real Sociedad ha pasado de estar en crisis a mejorar en cinco puntos y siete puestos con respecto al mismo periodo de la pasada campaña.

Pero ahora viene lo mejor, o lo peor: confirmar la reacción, y ahí está la trampa, pues la Real va a recibir consecutivamente en Anoeta al Rayo Vallecano y Osasuna, jugarán fuera contra el Valencia y nuevamente en casa ante el Getafe. De poco le servirá a Montanier si su equipo vence al Málaga y luego naufraga ante rivales del mismo pelaje.

La igualdad es tanta que el Deportivo, antepenúltimo clasificado, tiene sólo cinco puntos menos que el Valladolid, octavo en la tabla.

Por eso, y por la crisis económica (las indemnizaciones) se da un hecho insólito: es la primera vez, en 20 años, que no ha habido cese de entrenador alguno tras la undécima jornada.