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Los relojes no dan el pego

Carles Puyol y Samuel Eto'o se enfrentan a una querella por presunta estafa a un empresario

Los relojes no dan el pegoDeia

Relojes de lujo. Un artículo que les puede salir caro a Carles Puyol y Samuel Eto'o. Ambos futbolistas se enfrentan a una demanda por un presunto delito de estafa al empresario Antonio García Zapata, relacionado con la explotación y fabricación de relojes, principalmente, y artículos de lujo, en menor medida. Todo ello bajo el nombre de ambos jugadores.

La querella, admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción nº 7 de Barcelona en segunda instancia, ya que en un principio fue desestimada, habla de que catalán y camerunés ingresaron cerca de medio millón de euros del bolsillo de Zapata, al que hicieron creer que participaría en la comercialización de los relojes y otros artículos, pero eso nunca llegó a suceder. Los hechos se remontan al año 2006, cuando ambos futbolistas compartían vestuario en el Barcelona. Los empresarios Rubén Pamiés y Abel Bonet se dirigieron a Zapata para ofrecerle la participación en el proyecto, que se concretó con la firma de un protocolo de toma de participación y la creación de una empresa denominada Ruab&Alora S. L. para llevar a cabo el proyecto que se dividió en tres fases. En la primera se lanzaría al mercado un reloj de lujo; en la segunda, un reloj de gama media y en la tercera, productos variados relacionados con la moda y complementos.

Las dos últimas estaban supeditadas a la realización de la primera, para la que era vital la aportación por parte de los futbolistas de su nombre y su imagen. Tanto Puyol como Eto'o autorizaron el uso de las denominaciones CP5 y Samuel Eto'o para constituir sociedades instrumentales, pero ni los jugadores ni las empresas, a las que derivaron la actividad, llegaron a aportar los derechos de imagen necesarios para la realización del proyecto.

"No se inició la fabricación de un solo reloj, ni hubo intención seria de hacerlo", según comprende la querella, que hace hincapié en la opacidad absoluta sobre las sociedades instrumentales, lo que demuestra que no existía "una verdadera voluntad de explotación, tan solo la creación de una apariencia". Las empresas no presentaron las cuentas anuales en 2008 y 2009, y en tesorería no aparecía ningún saldo. Solamente figuraban gastos financieros sin ningún ingreso. Los fondos propios y las reservas de las sociedades eran negativos, algo que es imposible, lo que deduce que no hubo explotación de actividad alguna.

Además, la demanda habla de "deudas bancarias por parte de las empresas de 133.000 euros, así como 20.170 euros a deber a varios acreedores y 45.600 en concepto de otras deudas", y advierte de que "sin la expresa participación de los futbolistas, que aparecen así como cooperadores necesarios del presunto delito, no hubiera sido posible la creación de la apariencia del negocio". Los relojes de Puyol y Eto'o no dan el pego.