roma. El Nápoles se reencontró con el éxito veintidós años después de su último trofeo, la Supercopa italiana y, de la mano del uruguayo Edinson Cavani y del eslovaco Marek Hamsik conquistó la Copa de Italia, la cuarta en su historial, tras batir a la Juventus, que se quedó sin doblete.
El Nápoles de Walter Mazzarri revivió sensaciones olvidadas. Vivencias enterradas desde hace más de dos décadas, cuando dominó el fútbol italiano liderado por el argentino Diego Armando Maradona. Entonces habría logrado su última Copa, en 1987. Después se hizo con la Supercopa. Desde entonces casi todo fueron sombras en el cuadro napolitano.
El éxito del cuadro de Mazzarri llegó a costa de la Juventus, campeona del Scudetto, en un día reservado para Alessandro Del Piero. El gran capitán, de 37 años, jugó su último partido con el equipo de toda su vida, del que se marcha después de 18 temporadas y con 291 goles en su cuenta.
El choque no se desenredó hasta la hora de juego. Un error defensivo en un saque de banda llevó al meta Marco Storari a derribar dentro del área al argentino Ezequiel Lavezzi. El penalti lo transformó el uruguayo Edinson Cavani. Un contraataque entre el macedonio Goran Pandev lo finalizó el eslovaco Hamsik, que puso la puntilla a la Juventus. El Nápoles reina 22 años después. Más allá de Maradona.
sorpresa en portugal Por su parte, el modesto Académica se alzó por segunda vez en su historia con la Copa de Portugal tras vencer ayer por 1-0 y contra todo pronóstico al Sporting de Portugal, al que el Athletic apeó en las semifinales de la Europa League que termina la temporada desilusionando una vez más a su hinchada. Un gol de Marinho cuando acababa de arrancar el duelo fue suficiente para los de Coimbra, que paradójicamente hace sólo una semana peleaban por no descender de la Primera División en la Liga lusa.