bilbao. José María Amorrortu será el nuevo seleccionador de Euskadi tal como anunció ayer la Federación Vasca de Fútbol (FVF) mediante un comunicado. El director deportivo del Athletic compartirá de esta manera el banquillo del combinado vasco junto a Mikel Etxarri y completará la bicefalía que acompaña al cargo y recogerá el testigo cedido por Javier Irureta, que decidió desvincularse de la selección de Euskadi tras las elecciones a la presidencia del Athletic.
Santiago Arostegi, máximo mandatario de la FVF, logró convencer finalmente a José María Amorrortu, que aunque muy ilusionado con la idea de poder ser parte activa de la selección, tenía la disyuntiva que le producía el hecho de formar parte del organigrama de Lezama como director deportivo. Una vez trasladada la petición de Santiago Arostegi a Ibaigane y después de que el club rojiblanco le diera la conformidad, José María Amorrortu ha decido aceptar un reto que le genera "mucha ilusión", afirmó a DEIA, después de confirmarse la noticia, en una conversación telefónica.
El técnico bilbaino explicó a este periódico que ser seleccionador es "una responsabilidad importante por lo que supone representar al fútbol vasco" y reconoce que aún no ha digerido del todo el nombramiento, demasiado reciente. "Todavía no he pensado en el tema de los jugadores, ni en las convocatorias. Es demasiado pronto para pensar en esa clase de cosas, pero es cierto que existen buenos mimbres para conformar una selección competitiva". Por el momento, José María Amorrortu está centrado en exclusiva en el Athletic, que requiere todo su tiempo. "Otra de las cosas a las que le he dado vueltas ha sido en ese aspecto, pero sé que el esfuerzo merecerá la pena, aunque se trate de un cargo que no te roba demasiado tiempo, pero por lo que representa exige atención y hacer las cosas lo mejor posible", establece el entrenador bilbaino, que acude a la llamada de la Federación Vasca de Fútbol como representante del Athletic, el gran bloque del combinado junto al que componen el de Real Sociedad y que está encabezado por Mikel Etxarri.
Aunque es pronto para marcarse un objetivo nítido, José María Amorrortu entiende que la selección vasca necesita continuar en la buena línea que ha acompañado a la tricolor a lo largo de su azarosa historia. "En esencia se trata de que la selección siga por la buena senda como representante del fútbol vasco", expone el director técnico del club rojiblanco, que deberá compaginar el despacho con el trabajo sobre el césped. "No te creas, ahora también voy en chandal, no estoy todo el rato metido en el despacho ni mucho menos. El fútbol exige estar sobre el césped, cerca de los jugadores". Y es que a pesar de que el cargo que ostenta Amorrortu posee el aspecto de la pompa y el boato, el día a día es menos rimbombante y está unido con el trabajo de Lezama donde el único capital no deja de ser el fútbol. El técnico bilbaino alcanza la bancada de Euskadi después de haber dirigido en diferentes etapas tanto al Athletic como a la Real Sociedad. "Es un honor y desde aquí quiero agradecer a la Federación Vasca de Fútbol la oportunidad que me ha brindado y la confianza que han mostrado en mí. Mi deseo es que pueda hacer un buen trabajo en favor del fútbol vasco", resumió feliz por el nombramiento de José María Amorrortu a este periódico.
el partido, el 28 de diciembre El nuevo técnico de la tricolor debutará probablemente el próximo 28 de diciembre, miércoles, según ha podido saber este periódico. Esa sería la fecha que se maneja desde la Federación Vasca de Fútbol para una nueva cita del combinado de Euskadi, cuya última aparición data del pasado 25 de mayo cuando el combinado vasco se impuso en Tallín por 1-2 a la selección de Estonia, cuando el equipo estaba dirigido todavía por el tándem formado por Mikel Etxarri y Javier Irureta, al que relevará José María Amorrortu. Aunque por el momento se desconoce la identidad del rival del duelo navideño, todo parece indicar que sería un combinado africano el elegido puesto que estas selecciones preparan la Copa África y en fechas navideñas están libres puesto que no celebran la festividad.