REAL MADRID 3-0 AJAX
REAL MADRID: Iker Casillas; Sergio Ramos, Carvalho, Varane, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso, Kaká (Min. 75; Di María); Özil (Min. 84; Altintop), Cristiano Ronaldo y Benzema (Min. 75; Higuaín).
AJAX: Vermeer, Van der Wiel, Toby Alderweireld, Jan Vertonghen, Anita; Eriksen, De Jong, Theo Janssen (Min. 51; Enoh); Sulejmani (Min. 71; Ebecilio), Sigthorsson y Boerrigter (Min. 83; Serero).
Goles: 1-0: Min. 25; Cristiano. 2-0: Min. 40; Kaká. 3-0: Min. 49; Benzema.
Árbitro: Mark Clattenburg (ING). Amonestó a Carvalho por el Real Madrid.
Estadio: 75.500 espectadores en el Santiago Bernabéu.
bilbao. Por la vía rápida. Así finquitó el Real Madrid dirigido por un José Mourinho eternamente ratificado por el galáctico Florentino Pérez su segundo envite de Liga de Campeones. Con los cantos de sirena del Rayo Vallecano aún resonando en la casa blanca, el conjunto madridista, que venció ante los rayistas pero lo pasó francamente mal en una primera mitad para olvidar y una goleada conseguida a base de chispazos, trató de acallar las dudas y las deudas con la afición -además de la imagen pobre de la primera parte contra el Rayo, el partido contra el Levante en el Ciutat con Ballesteros disfrazado de Robin Hood, de príncipe del pueblo, y el empate ante el Racing dejó tocada la grada madrileña- a base de velocidad y verticalidad.
Así, el técnico luso imprimió tecnología alemana al centro del campo, volviendo a confiar en Sami Khedira tras la incontinencia verbal de Mou después de la gesta perpetrada por el bloque levantinista en Madrid, y la mirada atinada de Özil en el cruce de caminos, escorado hacia la derecha, para dejar vía libre al triunvirato millonario arriba: Cristiano Ronaldo, por la izquierda, Kaká, por el centro, y Karim Benzema, en la punta de ataque, que fueron estiletes en un duelo planteado para ello, para la velocidad, para la chispa.
Pronto se hizo con el dominio del luminoso el conjunto local. A los 25 minutos, Ronaldo y Özil protagonizaron un contraataque de libro, tal y como le gustan a Mourinho, con cabalgada efectista y once pases entre cinco madridistas para abrir boca. La brecha, con un Ajax indolente y sin efectividad, se cedió, como el agujero de una sábana, tras otro tirón de Kaká cuando el partido se acercaba a su ecuador y fue el franco-argelino el que selló la contienda, después de el descanso, para olvidar el pasado y encauzar el presente.