UN lustro sin pronunciar una sola palabra más alta que otra. Cinco años sin dirigir un banquillo. Un periodo de paro activo donde el fútbol habrá seguido ocupando parte de su vida y al que ahora ha decidido poner fin. Tras aquella efímera etapa en el banquillo del Athletic, Félix Sarriugarte (Durango, 6-XI-1964) será el nuevo entrenador del Sestao River después de que el conjunto verdinegro se encontrara, en puertas de su reestreno en Segunda B, compuesto y sin técnico tras la dimisión por sorpresa de Alfonso Barasoain y después de que Ritxi Arrien se hiciera con la riendas del equipo de manera provisional en el encuentro de la primera jornada ante la UD Logroñés, y que concluyó con derrota (3-1).

Al parecer, el conjunto verdinegro habría solicitado ayuda en Lezama para dar con su nuevo míster y fue precisamente ahí donde el durangarra comenzó su carrera, pasando por todas las categorías inferiores para saltar primero al Basconia y luego al Bilbao Athletic, al que dirigió en la temporada 2005-2006. Fernando Lamikiz, entonces presidente del Athletic, le reclutó para tomar el mando de la primera plantilla en aquel mes de julio de 2006, cuando Javier Clemente fue cesado justo cuando expiraba la concentración de un nutrido grupo de jugadores en Benasque, días después de que se formalizara la contratación de Javi Martínez, y que levantó polvareda por las manifestaciones del baracaldés. Sarriugarte se convertía así en la nueva apuesta del abogado vizcaino, un hombre de la casa cuya labor tampoco pudo acabar en buen puerto, tal y como le sucediera un año antes a José Luis Mendilibar.

herencia de un duro curso Arrancó Sarriugarte con la herencia de un bloque hecho pero, indudablemente, lejos de la calidad que se le presupone al actual Athletic. Por entonces, Julen Guerrero había colgado ya las botas mientras que Mari Lacruz se comprometió con el Espanyol y Javi González se quedó sin ficha. Félix tiró de las novedades: al futbolista de Aiegi se unieron Igor Gabilondo y Josu Sarriegi, al mismo tiempo que dio la alternativa a gente que pegaba fuerte en el filial, como Joseba Garmendia, y a la que conocía a la perfección. La andadura del míster de Durango se detuvo pronto, el 26 de noviembre de 2006, cuando dirigió su último compromiso a los leones. Aquel día el conjunto rojiblanco cayó en San Mamés ante el Sevilla (1-3). Se trataba de la decimosegunda jornada de Liga, de la que el Athletic salió en la decimoctava posición, en zona de descenso, con solo 8 puntos en su casillero. Dos meses antes quien dimitió fue el presidente Lamikiz, lo que vino a corroborar la impresión que sacó el entrenador del panorama. "Hemos convivido desde el inicio con una situación de cuestionamiento constante y de provisionalidad, y se ha alimentado una situación de catastrofismo y de falta de credibilidad que no nos ha ayudado", confesó en su adiós.

En 2009 estuvo a punto se sentarse en el banco de la Unión Deportiva Logroñés, sustituto del Vera en la categoría de bronce. La oportunidad se la ofreció el empresario Félix Revuelta, fundador de la firma Naturhouse, que adquirió los derechos del club desaparecido, si bien las negociaciones no llegaron finalmente a buen puerto. Sarriugarte tiene ahora ocasión de reconducir una nave, la de un Sestao que iba a apostar por la veteranía de una persona como Barasoain, artífice del ascenso del Amorebieta a Segunda B. Un escalón desde donde Félix dio su anterior gran salto.