REAL MADRID: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Arbeloa; Lass, Khedira (Min. 61: Granero), Özil (Min. 77: Raúl Albiol); Cristiano Ronaldo, Di María y Benzema (Min. 61: Pedro León).
SEVILLA: Palop; Dabo, Cáceres, Escudé, Fernando Navarro; Konko (Min. 78: Acosta), Zokora, Romaric (Min. 84: Alfaro), Diego Capel (Min. 84: José Carlos); Negredo y Luis Fabiano.
Gol: 1-0: Min. 76; Di María.
Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Di María (m. 60) y Casillas (m. 64), Lass (m. 70), Pepe (m. 70), Özil (m. 77), Pedro León (m. 87), Ramos (m. 89) por el Real Madrid, y a Zokora (m. 79), Martín Cáceres (m. 85) y Acosta (m. 89) por el Sevilla. Expulsó a Carvalho por doble cartulina amarilla (mts. 45 y 64) y por roja directa a Dabo en el minuto 90.
Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, unos 72.000 espectadores. En los prolegómenos del partido Iker Casillas ofreció a su afición el Guante de Oro como mejor portero del Mundial de Sudáfrica.
madrid. El Real Madrid conquistó su triunfo más sufrido de la temporada en el Santiago Bernabéu, para mantener el pulso con el Barcelona, en un duelo repleto de sufrimiento ante un rocoso Sevilla, en el que pagó la baja de Xabi Alonso y que decidió un gol milagroso de Ángel Di María en inferioridad numérica.
La ausencia de Xabi Alonso era un duro trago de digerir por el Real Madrid. José Mourinho lo sabía y pidió el apoyo del Santiago Bernabéu. Hacía falta el aliento ante la pérdida de un jugador imprescindible. Si en el histórico Barcelona Xavi marca un estilo, en el conjunto madridista es Alonso quien maneja los tiempos. El medio centro es una demarcación vital.
La apuesta de Mourinho fue tan rocosa como la de Gregorio Manzano. Un encuentro plomizo asomaba por el Bernabéu que debían decidir las individualidades.
El Sevilla tenía claro su partido. Inmerso en una sangría de derrotas, no arriesgaría. Se armó en defensa y buscó a sus matadores, Luis Fabiano y Negredo.
Sin fútbol, el encuentro se había trasladado al terreno de la lucha y la picardía. Y así nació el segundo acto. Con Özil en uno de esos días que desaparece y Cristiano Ronaldo extrañamente desenchufado, el Sevilla perdonó. Mourinho quitó a Khedira en un doble cambio que fue un nuevo mensaje a su directiva. "Me falta un 9". Fuera un apático Benzema, dentro Pedro León y Cristiano como delantero centro, donde no le gusta jugar.
La expulsión de Carvalho por doble amonestación hizo subir en valor la victoria madridista. En uno de sus arreones decidió la calidad de Di María. Se encontró un balón rechazado, para, escorado, no precipitarse, aguantar la salida de Palop, recortar y definir con precisión.
Un gol que vale su peso en oro, que defendió con garra hasta el final el Real Madrid para mantener con lucha pero sin brillo el pulso por el título con el Barcelona.