Inglaterra en duelo
La Premier se queda sin equipos en semifinales por primera vez desde 2003
bilbao. "Entonces, en el gran reino de Albión, reinará la confusión: entonces llegará el tiempo en que se caminará con los pies", esgrimió el bufón dibujado por William Shakespeare en El rey Lear. El devenir inglés quedaba al descubierto bajo el halo místico de la predicción. El miércoles, el Manchester United fue la última perla en caer. Alemania fue su asesino, su captor. El Bayern de Múnich, homicida. El martillo pilón encabezado por el holandés Louis Van Gaal finiquitó las opciones de los red devils para entrar en las semifinales de la Liga de Campeones. Fue una venganza trenzada con la rabia del tiempo, pero que deja esta fase del campeonato huérfano de ingleses, ya que el Arsenal cayó ante el Barça. Seis años después los hooligans no poseen ningún equipo entre los cuatro elegidos para el triunfo. Corría 2003 cuando Juventus, Milan e Inter se metieron en las semifinales junto al Real Madrid. Aquella primavera el Milan se alzó con una Copa de Europa con regusto italiano.
Tras ese varapalo al orgullo británico, arribó en la Premier una nueva manera de ejercer la presidencia de los clubes. Amaneció Roman Abramovich en el Chelsea. Con los petrodólares en el bolsillo, el conjunto londinense llegó lejos en Europa. Frank Lampard capitaneó el barco blues hasta las semifinales de la máxima competición continental. Francia colocó a su rival, el Mónaco, que a la postre acabó por tumbar al gigante inglés y al magnate ruso. La final fue cosa del Oporto dirigido por Jose Mourinho. Pese al fuerte golpe encajado por los ingleses se empezaba a intuir la fuerza de la Premier, el olor a té. Asimismo, la lucha entre poderes, es decir, entre el resto de ligas europeas, se había dirimido con el Calcio abandonado y la Liga devaluada, exceptuando el Deportivo de A Coruña, que consiguió apear al Milan en una noche mágica en Riazor.
Los años dorados Al año siguiente, el Liverpool y, de nuevo, el Chelsea volvieron a estar entre los cuatro aspirantes. El conjunto de Abramovich, dirigido ya por el mánager portugués Mourinho, volvió a quedarse a las puertas de la final apeado por los de Merseyside. Rafa Benítez dio la campanada en la final. Fue el año de la revolución. Los años dorados.
Tras ese entorchado del equipo colorado, el nivel inglés alcanzó cotas brutales. Aunque en 2006 solamente fuera el Arsenal a las semis, las flores británicas ya habían florecido. En 2007, 2008 y 2009, la Premier amarró a tres de sus conjuntos entre los cuatro aspirantes. De esta manera, Manchester United y Chelsea se acodaron en estas lides durante tres primaveras seguidas. El Liverpool y el Arsenal, dos y una, respectivamente.
Con la caída de los gunners y los red devils, los ingleses se quedan sin Champions, que no sin fútbol continental: Liverpool y Fulham se clasificaron ayer para las semifinales de la Liga Europa. Menos es nada.