Palma. El Mallorca atraviesa una de las coyunturas más bollantes de su historia, como indica su clasificación, cuarto en la tabla de la Liga BBVA, y sin embargo se desangra económicamente a causa de una deuda de 50 millones de euros. Al Athletic, por ejemplo, aún le debe pagar 2,5 millones de los seis acordados como precio del traspaso de Aduritz, hace dos años.
Tanto es así que el propietario y consejero delegado del Mallorca, Mateo Alemany, se reunió ayer en las instalaciones de Son Bibiloni con los capitanes del equipo para explicarles la nueva coyuntura económica de la entidad tras su decisión de iniciar los trámites judiciales para negociar la deuda con los acreedores.
Alemany explicó a Nunes, Josep Lluìs Marti y Pierre Webó, representantes de la plantilla, que el Mallorca se ha acogido a una previsión nueva que la Ley Concursal contempla y que tiene por finalidad dar a conocer en los juzgados la voluntad de iniciar un proceso negociador con sus acreedores.
En la citada reunión, Alemany aclaró que si en el plazo de tres meses no se consigue un pacto con los acreedores, la entidad se verá "obligada" y "necesitada" de presentar el concurso voluntario de acreedores.
El Mallorca arrastra una deuda estimada en unos 50 millones de euros y sus principales acreedores son la Agencia Tributaria, entidades bancarias y las nóminas de sus futbolistas y cuerpo técnico.
La decisión está pendiente de la autorización del juez de lo Mercantil 1 de Palma, Víctor Fernández.
El entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, señaló al respecto que todos los equipos de Primera División "gastan más que generan" y en esa "carrera desesperada por no dejar de pertenecer al grupo de los elegidos" se ha iniciado la segunda vuelta "con la noticia alarmante de evitar el concurso de acreedores".
Según señala el técnico en su página web, "la noticia, no por esperada, resulta alarmante por su dimensión social en el terreno deportivo de un club de fútbol tan representativo como el Mallorca".
Los jugadores, sin embargo, viven con normalidad la delicada situación, ya que conocían desde los comienzos de temporada la crisis económica del club y su rendimiento está siendo susperior.
Así lo reconoció ayer el portero israelí del Mallorca Dudú Aouate.
"No estamos para nada sorprendidos con lo que está ocurriendo", señaló el meta, y añadió que es consciente de que "el club está intentado hacer todo lo posible para cumplir con sus compromisos y confiamos en él (Alemany). Ojalá salga todo como queremos". Aouate insistió en que el Mallorca "no debe nada a los jugadores", y subrayó que es "lógico" que todos quieran cobrar.