Síguenos en redes sociales:

Vecina de Barakaldo originaria de Venezuela

Eugenia Marina Guevara: “Las hallacas nos reúnen, no importa en dónde estemos”

Esta abuela caraqueña pasará las navidades al lado de sus seres queridos y aquellas comidas que transmite a las siguientes generaciones

Eugenia Marina Guevara: “Las hallacas nos reúnen, no importa en dónde estemos”Borja Guerrero

En Venezuela, como en muchos lugares del mundo, la comida es una parte esencial de su identidad cultural. Es algo que los acompaña a todos los lugares que pisen, y que portan orgullosamente. En los últimos años la inmigración venezolana ha aumentado considerablemente y esto también se traduce en las comidas de todos los días. En Bizkaia hay numerosos bares y restaurantes venezolanos que dejan ver la buena sazón de este país caribeño. Suelen ser platos muy definidos, que ya gozan de años de tradición. Es algo de manual prácticamente, aunque cada familia, dependiendo de los gustos o el lugar de donde sean, agregan o quitan ciertas cosas.

Para Eugenia Marina, la Navidad empieza cuando el arbolito está decorado y las hallacas ya están hirviendo. Ella llegó a Bilbao hace unos tres años junto a su familia. Y aunque sus padres tenían sangre alavesa y canaria, ella es “más venezolana que una arepa”. Tiene intenciones de preparar cuatro clásicos navideños de la gastronomía venezolana: hallacas, ensalada de gallina, pan de jamón y pernil. Para quien nunca haya probado estas comidas, la primera es la más laboriosa de realizar.

Las hallacas son una especie de bollo con masa hecha de harina de maíz, rellena con un guiso acompañado de aceitunas, alcaparras, pasas, cebolla, pollo y pimientos. Todo envuelto en varias capas de hojas de plátano. “Cuando era joven todas mis hermanas se iban a mi casa para pasar el día haciéndolas, es uno de los recuerdos más bonitos que tengo”.

“Las hallacas nos reúnen, no importa donde estemos”, concluye. Ahora las prepara en su piso de Bilbao, junto a su familia. Para ella y sus nietos, es una tradición que no se puede perder nunca y que, sin duda, los hace sentir en casa.