En 1988, McLaren levantó uno de los imperios más dominantes de la historia de la Fórmula 1. La escudería británica reunió en pista a dos de las grandes leyendas de este deporte, Ayrton Senna y Alain Prost. Fueron dotados de un monoplaza propulsado por Honda que soporta el debate sobre si se trata del mejor coche que se haya fabricado. Aquel año, el equipo amasó 15 victorias en las 16 carreras del campeonato. El brasileño, a la postre campeón, se apoderó de ocho y el francés protagonizó siete. Entre ambos firmaron 11 triunfos consecutivos que hasta la fecha venía siendo la racha de éxitos más prolongada. 

35 años después, el Gran Circo asiste a otra época de tiranía. Red Bull encadenó once victorias en Silverstone, pero había que tener en cuenta la última carrera de la pasada temporada para sumar las once. En el Gran Premio de Hungría, undécima cita del calendario, la gloria se prolongó a doce, con pleno de once teniendo en cuenta solo el presente curso. Es decir, Red Bull, que es fabricante de su propia unidad de potencia pero esta es heredera del trabajo realizado por Honda antes de que la marca japonesa abandonara la competición, tutea a McLaren –y su mejor arranque de año de la historia– e incluso mira desde lo alto si se tiene en cuenta el triunfo de la última carrera del año pasado. ¿Hasta dónde estirará el récord Red Bull? ¿Puede ganar todo en 2023? Parece que solo un accidente o un fallo mecánico lo puede impedir. No tiene competencia.

El gran artífice de estos registros es Max Verstappen, que en Hungaroring alcanzó la duodécima consecutiva para Red Bull; el neerlandés es autor de diez –nueve en 2023 y una en 2022– y Sergio Pérez pone dos de su parte. La autoridad de Verstappen es aplastante. Encadena siete conquistas. Se antoja imbatible. “Para el equipo es una racha increíble, lo que han hecho en los dos últimos años. Esperamos mantener este nivel mucho tiempo”, amenaza Mad Max, un exprimidor de oportunidades.

En Hungría, Verstappen arrancó segundo pero el poleman Lewis Hamilton perdió su ventaja antes de alcanzar la primera curva. A partir de ahí, otro paseo marcial de Mad Max, que en el giro 52 de los 70 programados, cuando completó su segundo cambio de neumáticos, regresó a pista con 12 segundos sobre Lando Norris, que corría a la zaga. Resulta que McLaren se ha transformado en el rival más próximo a Red Bull. ¿El secreto? “Mucho trabajo”, certificó Norris, que cedió dos décimas de media por vuelta hasta ese momento. Si bien, la holgura de Verstappen impide ver cuánto exprime su potencial. En las últimas 18 vueltas, la distancia se amplió hasta los 33,7 segundos. Un margen abrumador con el segundo clasificado.

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Checo Pérez, por su parte, obró una nueva remontada dominical. Sus pésimas actuaciones sabatinas le encomiendan a ello. Arrancó noveno y terminó tercero. Pero el mexicano está muy alejado de las prestaciones que se requieren para disputar el título a Verstappen. Si antes de la carrera la distancia del segundo clasificado del Mundial con el líder era de 99 puntos, ahora es de 110. Cuestionado sobre la necesidad de ganar confianza, Pérez dijo que “días así ayudan mucho”. “Tengo ganas de estar en el podio todos los fines de semana”, expresó. Con su coche, aspirar al podio es una muestra de escasa ambición. El mexicano confirma que asume su rol de actor secundario pese a que sacó pecho en el inicio del curso.

McLaren y Mercedes dejan a Ferrari y Aston Martin atrás

Hungría confirmó que McLaren y Mercedes han rebasado a Ferrari y Aston Martin en la carrera del desarrollo. Las primeras escuderías colocaron a sus dos pilotos en el Top 6: Lando Norris (2º) y Oscar Piastri (4º) por parte de McLaren y Lewis Hamilton (4º) y George Russell (6º tras salir 18º) por Mercedes. Mientras, a las otras, venidas a menos, solo las dio para acceder al Top 10: Charles Leclerc (7º) y Carlos Sainz (8º) por Ferrari y Fernando Alonso (9º) y Lance Stroll (10º) para Aston Martin.

Especialmente llamativo es el descenso de esta última marca. Hungaroring se antojaba como un circuito propicio, pero la evolución ajena dejó en evidencia a una firma que debe reaccionar o perderá temprano puestos en la clasificación general. Hamilton ya está a solo 6 puntos de Alonso en el Mundial. “Hemos caído en rendimiento, estamos sufriendo”, lamentó el ovetense.