El dominio del PNV también se extendió a los municipios de Txorierri y Mungialdea. Las elecciones de ayer, con una participación mucho menor que las autonómicas de 2016, depararon, por ejemplo, triunfos nacionalistas en Erandio, con 3.932 votos (42,35%); y en Mungia, con 3.947 (53,83%).

La primera edil erandioztarra, Aitziber Oliban, accedió a la Alcaldía tras las elecciones del pasado año con 4.527 votos, es decir, con el 38,44% de los apoyos. Ayer, la localidad también depositó su confianza en la agrupación jeltzale, que sacó una destacada ventaja respecto a la segunda opción con más apoyos, puesto que EH Bildu contó con la confianza de 2.050 electores (22,08%). En comparación con los comicios de 2016, los respaldos a los nacionalistas sí fueron menores, ya que entonces 4.750 le dieron su visto bueno a Urkullu.

El mapa de Mungia mantiene unos colores similares a los que depararon las últimas citas con las urnas. Por ejemplo, el primer edil, Ager Izagirre, conquistó 3.896 respaldos en las municipales del año pasado. Con la mente puesta en el Parlamento vasco, 4.337 mungitarras (52,65%) eligieron al PNV hace cuatro años. EH Bildu se mantiene como segunda fuerza en la localidad y ayer 1.857 personas (25,33%) se decantaron por esa opción. La abstención en Mungia se situó en estas elecciones marcadas por el covid-19 en el 43,29%, mientras que la participación fue del 56,71%.

En otro de los municipios de la zona, Loiu, el PNV ganó por una holgada mayoría: 753 votos (66,22%) y la coalición abertzale se quedó con 179 (15,74%). En este caso, los vecinos que acudieron a las urnas se elevaron hasta el 65,06%.

Por otro lado, en Bakio, donde gobierna Amets Jauregizar, de EH Bildu, el partido que más confianza generó fue el nacionalista, con 679 votos. La agrupación que dirige el Consistorio se alzó con 553. Y en Larrabetzu, donde también está al frente EH Bildu, sí se repitió el resultado de las últimas municipales: los abertzales lograron 619 apoyos y la formación jeltzale, 392.