Ningún sector económico se ha librado de las consecuencias de la pandemia, sobre todo al inicio. Los talleres mecánicos y carrocerías vieron disminuir los desplazamientos, aproximadamente un 25%, según la DGT, como consecuencia de los confinamientos perimetrales, del auge del teletrabajo y de los expedientes de regulación de empleo. Esto se tradujo en menos kilómetros recorridos y la paralización de los vehículos, provocando que la actividad de los talleres se haya reducido al retrasarse los mantenimientos, producirse menos colisiones y averías.

La facturación de los talleres se ha visto afectada, según la Asociación Navarra de Talleres de Reparación de Vehículos (ANTRV). Su presidente, Carlos Sagüés, asegura que "cayó un 20% respecto del año anterior y en el primer semestre de 2021 un 7% en relación con 2019. No se prevé que hasta finales de 2022 se pueda llegar a niveles precovid".

Además, aumenta la dependencia de estas empresa de compañías de seguros o de renting, "les fijan sus condiciones económicas, no permitiendo subidas por encima del IPC y en muchos casos haciendo medias estatales de precios de mano de obra en los que las empresas navarras salen perjudicadas".

La mayoría de los talleres son micropymes o autónomos. El secretario de la Asociación de Talleres mecánicos y Carrocerías de Bizkaia (BAT), Jorge Rodríguez, comenta que "el tamaño medio en el País Vasco ronda poco más de dos empleados por taller, provocando cargas de trabajo, tensiones en exceso a los profesionales del sector y produciendo niveles de estrés elevados".

La pandemia ha afectado directamente a las reparaciones de vehículos, causando baja movilidad en los momentos de restricciones, ocasionando que la carga de trabajo fuera insuficiente en gran parte de los talleres, provocando que los empresarios tuvieran que sumarse a los ERTE. Con el retorno paulatino a la normalidad se está produciendo un incremento de la movilidad, lo que repercute en la cantidad de trabajo que están llevando a cabo los talleres y carrocerías.

Retos

Actualmente la presencia del coche eléctrico es uno de los temas más mediáticos en este sector. "Es un tipo de vehículo que ha venido para quedarse, pero aún falta mucho para su implantación (reducción de sus costes, puntos de recarga, autonomía, etc.). En este momento, aún con ayudas, es muy escaso el porcentaje de matriculaciones de estos vehículos 100% eléctricos en Navarra, apenas llega al 2%. Con los precios actuales, sólo el 20% de las familias españolas pueden acceder a este tipo de vehículos", afirma Sagüés.

Con la vuelta de la movilidad, los talleres retomaron la carga de trabajo al ponerse al día con revisiones y reparaciones de vehículos

La escasez de microchips también está afectando a los talleres de vehículos debido a que causan problemas desde hace meses porque son necesarios para el funcionamiento de los vehículos. Rodríguez afirma: "Entendemos que Europa está tomando nota y que aprenderá la lección; creemos que se producirán los microchips de una forma más local, para evitar el desabastecimiento y se intentará no depender de China, pero todo esto se irá implantando gradualmente".

Otro modelo de negocio

Asimismo, el futuro del sector automovilístico viene marcado por unas condicionantes que conllevarán un cambio en el modelo de negocio, obligando a que las empresas tengan que ser cautas en su gestión con el objetivo de poder mantener su viabilidad y garantizar, en la medida de lo posible, el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Para el presidente de la ANTRV, entre estos factores que están cambiando al sector, destacan "el vehículo conectado y autónomo con ayudas a la conducción que mejora la seguridad y evita accidentes, el uso compartido de los automóviles, los cambios tecnológicos: introducción del vehículo eléctrico con plazo marcado y la reorganización del modelo de distribución de las marcas que conlleva la cancelación de los contratos de concesión de muchas empresas".