Desde que se desencadenó la crisis del coronavirus, el comercio exterior ha sido uno de los grandes damnificados por la pandemia. La caída de las exportaciones ha sido especialmente acusada en la industria, un sector productivo que basa gran parte de su fortaleza precisamente en el comercio exterior.

En Euskadi las exportaciones de bienes alcanzaron el año pasado los 20.864,5 millones de euros, un 17,8% menos que en 2019. Por su parte, las importaciones se situaron en 15.704,9 millones, un 21,9% menos. Se trata del segundo peor dato de la serie histórica disponible, solo superado por las cifras del 2009, en plena crisis financiera.

Especialmente reseñable fue la caída de las exportaciones en el sector industrial, uno de los pilares fundamentales de la economía vasca. Solo la partida arancelaria de los turismos de menos de 10 personas -la de mayor peso en las exportaciones de Euskadi- registró un descenso interanual del 23,3% en 2020. Pese a esta situación de crisis, el viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, Javier Zarraonandia, destaca que Euskadi fue capaz el año pasado de "mantener la balanza comercial positiva". En su opinión, en estos momentos nos encontramos ya en una fase de recuperación en la que es necesario "recuperar el contacto con los clientes y los mercados internacionales".

Pese a que las exportaciones a países de la UE disminuyeron el año pasado un 12,6%, la UE sigue siendo el principal destino de la venta de los productos vascos. Concretamente, el 62,9% de las exportaciones vascas tienen como destino la comunidad europea. Alemania fue en 2020 el principal socio comercial. A ese país se dirige el 17,3% del total exportado y es de donde procede una proporción similar de lo importado (16,3%). Francia, Estados Unidos, Reino Unido e Italia completan el quinteto de países a los que Euskadi dirige la mitad del total de los bienes exportados. Para las importaciones, además de las de Alemania y Francia, hay que subrayar las procedentes de China, Italia y México.

Los más castigados

En el caso de Nafarroa, las exportaciones de mercancías alcanzaron el año pasado un valor de 8.832,3 millones, una cifra que supone un descenso del 13% respecto a las registradas en el 2019. Especialmente virulenta fue la caída en el sector más importante de la industria navarra, el de la automoción -las ventas de vehículos de motor al exterior cayeron un 20,3%-, que representa casi la mitad de las exportaciones de la comunidad foral. De ellas, aproximadamente tres cuartas partes se corresponden con la planta de Volkswagen Navarra.

Tras la automoción, los otros grandes sectores exportadores son los de bienes de equipo, la maquinaria industrial, la industria química y las semimanufacturas. En 2020, los principales países receptores de las exportaciones navarras fueron, por orden de cuantía económica, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos y Reino Unido. Destacó el incremento del importe de las ventas a EEUU (7,5%), y el descenso de las ventas a Italia (-21,7%). Por su parte, el año pasado el valor de las importaciones en Nafarroa ascendió a 4.609,8 millones -aproximadamente un 30% correspondieron al sector de la automoción-, un 15,7% menos que el año anterior.

A raíz de la restricción de materias primas que se produjo en el inicio de la pandemia, Zarraonandia subraya la importancia del debate abierto sobre la cadena de suministro internacional. En este sentido, se muestra esperanzado porque este debate pueda suponer "a medio plazo traer a Euskadi ciertos procesos productivos que se habían internacionalizado".

Coincide, en este sentido, con el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial navarro, Mikel Irujo, para quien "mantener los centros de decisión de las empresas en Nafarroa facilita su vinculación al territorio". Además, apunta que "el debate sobre el correcto equilibrio global-local es uno de los vectores críticos en la salida de la crisis, abriendo oportunidades de reestructuración de las cadenas de valor y de fomento del tejido local".