EL Museo Guggenheim Bilbao ha cumplido 25 años. Motor de la transformación urbanística de la Villa, la pinacoteca se ha convertido en elemento tractor indiscutible de la llegada del turismo a Bizkaia y Euskadi y es hoy uno de sus principales activos económicos. Sus datos son incontestables24,7 millones de visitantes (6 de cada diez son extranjeros); 6.516 millones de euros de gasto directo en Euskadi asociado al funcionamiento del Museo; 5.884 millones de euros del PIB; 911 millones de euros de ingresos fiscales adicionales para las haciendas vascas; y el mantenimiento de una media de 5.420 empleos anuales. Cifras que, echando la vista atrás, convierten en una mera anécdota el modo y manera por la que la Fundación Solomon decidió que sería la campa de los ingleses de Bilbao el lugar escogido para su desembarco en Europa. No sólo por cifras como las anteriormente expuestas, sino porque la contribución del Museo Guggenheim Bilbao en nuestra sociedad se ha ido agrandando hasta una actualidad inimaginable en 1997. Así, en el plano meramente cultural, 81 artistas internacionales han contribuido a engrandecer a Bilbao y Bizkaia a través de sus 145 obras: Anselm Kiefer, en 2007; David Hockney, en 2012; Jeff Koons, en 2015; o Kandinsky, en 2020. Pero, además, Guggenheim Bilbao ha mantenido una especial sensibilidad hacia el arte vasco, con presencia de 39 obras de 28 artistas de Euskadi como Oteiza o Chillida; y al protagonizado por mujeres con 17 artistas de la talla de Jenny Holzer (2019) o Alice Neel (2021). Nombres de renombre que han permitido a Bilbao y Bizkaia ser poseedores de un Arte en mayúscula que no se proyectaba en el imaginario de quienes dijeron sí a la transformación de una zona gris e industrial convertida hoy en uno de los museos de mayor referencia mundial. Junto a la individualidad, 215 exposiciones temporales y más de 18.000 obras de arte, además del paso de nada menos que 660.000 escolares de 3.900 centros de Euskadi. Una tercera variante a sumar a la económica y cultural que no debe obviarse por su contribución a la construcción de la sociedad futura desde una vertiente educativa vista a través del arte. Ahí puede erradicar parte del secreto del éxito del Museo Guggenheim Bilbao, el haber sabido conjugar cultura, arte, economía y educación. Zorionak por estos 25 años y otros muchos más.