Cuatro puntos de vista complementarios. Dos de quienes buscan talento. Y otros tantos de quienes lo moldean. Esa fue la composición del encuentro organizado el pasado viernes por DEIA. ‘Steam, habilidades para el futuro’ se celebró frente a las butacas verdes del auditorio de la Escuela de Ingeniería de la EHU/UPV en Bilbao. Presentada y moderada por el director de DEIA, Iñaki González, intervinieron en la mesa redonda, por un lado, Jennifer Sesmero, responsable global de Captación y Formación de Talento en Ciberseguridad del BBVA, y Leire Hormigo, senior recruiter en el equipo de Atracción y Formación de Talento de Iberdrola. Por el otro, Javier Moratinos, director de Estrategia de Calasanz Lanbide Ikastegia de Santurtzi, y Asier Zubizarreta, subdirector de Planes de Estudio en la Escuela de Ingeniería de Bilbao.
Al encuentro, que fue retransmitido en directo a través de la web DEIA, acudieron, entre otras personas, Ibon Mujika, director general del diario, y Amelia Sancho de la Garza, directora de publicidad.
“La formación Steam, aquella que contempla la ciencia, la tecnología y las matemáticas, pero también las artes, y su repercusión para el futuro de Euskadi, es de lo que trataremos en este encuentro”, dijo Iñaki González para dar comienzo de la mesa redonda, antes de presentar a cada una de las personas expertas ya citadas. Lo Steam es el futuro, coincidieron. “Para nosotros, cada vez resultan más valiosos lo que llamamos perfiles híbridos”, apuntó Jennifer Sesmero. Los perfiles híbridos son aquellos con una formación técnica de un tipo determinado la que se añaden otro tipo de capacidades. “Trabajamos en un grupo financiero, lo que quiere decir que básicamente necesitamos especificaciones técnicas, pero también necesitamos mucha capacidad regulatoria. Por eso, además de las carreras técnicas, una profesión de futuro que vemos dentro del grupo es el de licenciaturas en derecho con capacidades técnicas y o tecnológicas”, detalló la representante del BBVA.
Se mostró de acuerdo Leire Hormigo. Quien añadió que es importante que esos perfiles híbridos “tengan capacidad de adaptarse, de seguir evolucionando en su formación a lo largo de toda a su vida profesional” porque es preciso tener en cuenta no solo lo que alguien es profesionalmente “si no también lo que va a tener que seguir aprendiendo durante toda su carrera, lo que va a acabar siendo”. Dio mucha relevancia la experta de Iberdrola a “la capacidad de razonamiento crítico en este contexto de transformación digital, inteligencia artificial, etc”. Para Hormigo son determinantes, por una parte, la capacidad de seguir formándose y, por otro, el sentido crítico.
Reconoció Asier Zubizarreta que a la Universidad se le está pidiendo que se adapte a esos perfiles híbridos. “Nos empeñamos en que salgan con una ‘caja de herramientas’ que sea suficiente y ampliable para poder incorporar nuevas herramientas, para saber combinarlas, generar nuevo conocimiento y afrontar nuevas situaciones”. Lo dicho no resulta sencillo en las ingenierías porque la materia a impartir es mucha. “Estamos trabajando en fórmulas nuevas, como la Formación Dual o la Formación Basada en Proyectos que nos permite adaptarnos a esos perfiles híbridos. Eso lo combinamos con la nueva tendencia de formación continua se puede escoger el camino, eligiendo pildoritas de especialización, que es lo que ahora mismo estamos trabajando en la Universidad”, reveló el catedrático en ingeniería.
Javier Moratinos arguyó que el marco de la enseñanza en Formación Profesional permite menos flexibilidad que la Universidad. “Por eso, nuestro trabajo nuestro trabajo es adecuar a la Inteligencia Artificial o las tecnologías emergentes a nuestro alumnado y a o que las empresas demandan”, recalcó. El modo de fomentar perfiles híbridos es poner en contacto a esas personas que se están formando en perfiles sociosanitarios con tecnologías como las impresoras 3D o el vídeo inmersivo, por ejemplo. “ Previamente realizamos una investigación para detectar qué tecnologías afectan a qué ciclos”, puntualizó.

TECHO DE CRISTAL
Sobre la necesidad de captar y aprovechar el talento de la mitad de la población verso buena parte de la conversación. Las jóvenes estudiantes se acercan a las formaciones en ciencias, física o tecnología en menor medida que los varones. “Lo cierto es que hombres y mujeres somos diferentes, pero está comprobado que hacer una mezcla de hombres y mujeres lo que más aporta en un equipo”, manifestó Jennifer Sesmero. Consideró necesario “explica la diversidad de perfiles, dar a conocer los perfiles híbridos que pueden atraer a quienes prefieran otras cosas a las tecnologías; es posible que así se rompan barreras y techos de cristal”.
Leire Hormigo llamó la atención sobre un doble problema. “No solo nos afecta que haya menos chicas en formaciones técnicas, si no que, además, el sector energético resulta menos atractivo para las mujeres”, lamentó. “Por eso desarrollamos programas exclusivos dirigidos a fomentar vocaciones técnicas en mujeres y para atraerlas al sector energético”. Entre esos programas destacan los eventos como ‘Talento con nombre de mujer’, en el que invitan a mujeres profesionales. “Queremos que las mujeres sean conscientes de que en el sector energético pueden desarrollar una carrera y que tienen muchísimo que aportar; de otro modo, nos perdemos la visión del 50% de la población”, aseveró la representante de Iberdrola.
Que las mujeres y los hombres piensan diferente “es un hecho comprobado por mis alumnos y alumnas” sostuvo Asier Zubizarreta, quien se mostró de acuerdo en que los grupos mixtos funcionan infinitamente mejor. Constató que, en la mayoría de las ingenierías, la presencia de estudiantes femeninas es menor de lo que debiera. “ Pero carreras como Ingeniería Biomédica, una carrera híbrida entre dos ramas de ingeniería, pero que con una rama potente en el ámbito sanitario, tiene un 80% de alumnas”.
Para el catedrático resulta vital motivar a las niñas desde edad temprana para romper esos techos de cristal y lo que culturalmente condiciona el entorno. “Los referentes son fundamentales para inspirar a las nuevas generaciones. Es más efectivo cuando las estudiantes pueden ver ejemplos concretos de mujeres exitosas en el campo, como el caso mencionado de una ingeniera que trabajó en Fórmula 1 con Mercedes y llegó a ser jefa de grupo”, citó.
Por su parte, Javier Moratinos aseveró que “todo el sistema educativo está trabajando en todas las etapas educativas, desde primaria, secundaria, bachillerato” para estimular la vocaciones técnicas y tecnológicas en las mujeres. “Una iniciativa que se está llevando a cabo son mentorías y charlas con referentes femeninos en numerosas profesiones que culturalmente hemos entendido que eran masculinas”, añadió.
Según el director de estrategia de Calasanz Lanbide Ikastegia resulta fundamental informar a las jóvenes. “Las profesiones tradicionalmente masculinas relacionadas con la FP se asocian a suciedad, a taller, a máquinas y todo eso ha cambiado muchísimo y cambiará más: las interfaces de las máquinas son otras, en los lugares hay una limpieza quirúrgica”, formuló. Solventar el déficit de información de lo que ese tipo de oficios significan actualmente “es la labor que nos toca a los centros educativos”.
Pasó el tiempo volando por el gran interés de las aportaciones de Jennifer Sesmero (BBVA), Leire Hormigo (Iberdrola), Asier Zubizarreta (Escuela de Ingenieros de la EHU/UPV) y Javier Moratinos (Calasanz Santurtzi).Antes de que el director de DEIA, Iñaki González, les agradeciera su participación, había quedado claro que el futuro será de los perfiles híbridos y de quienes fomenten sus habilidades blandas junto una sólida formación académica. Y sin temor a aprender.