Durante los últimos meses estamos asistiendo a una revisión continuada de las perspectivas económicas y a la socialización de algunos términos como cuello de botella, política monetaria, inflación, etc. Finiquitado el segundo año de la pandemia, y echando la vista atrás, cuesta imaginarse un mundo paralizado por un gran navío que bloquea una de las principales rutas de transporte marítimo mundial o una sociedad que lucha por recuperar la normalidad, todavía, detrás de una máscara en la mayoría de las situaciones.

Sin embargo, desde BBK, seguimos viendo la botella medio llena, y afrontamos el próximo año llenos de ilusión y energía para seguir acompañando a Bizkaia en su mejora del estado de bienestar. Y nos encantaría que todas y todos os contagiaseis de este optimismo. Sin ir más lejos, este mismo año, la economía mundial arrojará ritmos de crecimiento muy importantes; menos de lo previsto, pero crecimiento. Y desde BBK, consideramos que nuestro territorio afronta el próximo año como uno de los alumnos aventajados de la clase, con un crecimiento esperado del PIB en el entorno del 5-6%, una tasa de paro que rondará el 9% y con una previsión de alcanzar la deseada situación precovid en el cuarto trimestre del próximo año. Asimismo, Euskadi, ocupa el top 10 europeo en el 57% de los indicadores asociados a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con una tendencia favorable o de mejora en el 75% de los mismos, y liderando los rankings en muchos de ellos.

Y es que, pensando en el futuro, la idea de anteponer la preservación del estado de bienestar a lo puramente económico no es cómoda, y las personas que ostentamos cargos de responsabilidad debiéramos ser quienes liderásemos este cambio, huyendo de esa visión cortoplacista y esa necesidad de conseguir resultados inmediatos, y, apostando por estrategias de largo plazo que observan el futuro con perspectiva, acompañado todo ello de tácticas que desde los vaivenes del día a día nos permitan alcanzar esos objetivos.

Si en 2020 y 2021, a pesar de la incertidumbre y los palos en las ruedas que nos ha puesto el contexto, hemos sido capaces de mantener nuestros objetivos con esa visión de largo plazo, 2022 será un año en el que retomemos impulso y catapultemos esta manera de gestionar y entender la empresa. Y desde BBK estamos empecinados en arrastrar a nuestro entorno a reflexionar sobre la competitividad sostenible como modelo único a perseguir para mantener y mejorar nuestro estado del bienestar actual y futuro.

Así, y con este modelo por bandera, nos hemos lanzado a ser parte de ese anticiclón que necesita la economía y la sociedad para que recobre brío. Mejorar el mundo, mejorando nuestro entorno: la sociedad, el medio ambiente, el modelo empresarial. Para ello, apostamos por la competitividad sostenible, un modelo basado en un pensamiento estratégico a largo plazo que incorpora una perspectiva ambiental, social y de gobernanza.

Sin dejar de sentir la lluvia, porque el agua nos nutre y nos despierta los sentidos, deseo un 2022 despejado de nubarrones. Y como diría Marcelo Bielsa "lo que no podemos permitir es que (los jugadores) dejen de luchar. Si luchan por el objetivo de todos, merecen estar". Y es que el progreso de una sociedad y las soluciones a los problemas siempre son más fáciles y rápidas cuando se trabaja en equipo.