La CAV cerró 2024 como la segunda comunidad autónoma con los costes laborales netos más elevados del Estado, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta Anual de Coste Laboral (EACL). A pesar de este alto posicionamiento, destaca el hecho de que fue la comunidad donde menos aumentaron estos costes respecto al año anterior, lo que indica un comportamiento particularmente moderado en un contexto nacional marcado por los aumentos generalizados de salarios y cotizaciones.

En concreto, el coste laboral neto -es decir, el coste bruto una vez descontadas subvenciones y deducciones públicas- fue de 42.434,52 euros por trabajador y año en Euskadi, solo superado por Madrid, que encabeza el ranking estatal con 44.458,06 euros. Por detrás de la CAV se sitúa Nafarroa, con 40.459,12 euros, completando el grupo de comunidades que superan la barrera de los 40.000 euros por trabajador.

La media estatal, en cambio, se sitúa notablemente por debajo, con 37.308,93 euros anuales, lo que refleja una diferencia de más de 5.000 euros respecto al coste laboral en Euskadi, y de más de 7.000 euros respecto a la Comunidad de Madrid. Uno de los datos más significativos del informe del INE es que la CAV fue, con diferencia, la comunidad donde menos crecieron los costes laborales en el último año. El aumento registrado fue del 2,4%, frente al 4,4% en Madrid, el 3,9% en Nafarroa y también en la media del Estado.

Este dato contrasta notablemente con el comportamiento de 2023, cuando los costes laborales en Euskadi crecieron un 4,5% respecto a 2022, situándose entonces por encima de la media estatal. El descenso en el ritmo de crecimiento puede explicarse por diversos factores, desde una mayor contención salarial en determinados sectores, hasta un posible efecto de negociación colectiva más conservadora o moderación en los convenios actualizados durante el pasado año. Dentro del coste laboral total, el salario sigue siendo el componente más relevante. En Euskadi, los sueldos ascendieron en 2024 a una media de 30.839,54 euros brutos anuales por trabajador, lo que representa un incremento del 2,3 % respecto al año anterior. Esta cifra se sitúa muy por encima de la media estatal, que es de 27.558,68 euros, lo que supone que un trabajador vasco gana al año unos 3.280 euros más que la media estatal. Además de los salarios, los costes laborales incluyen otros conceptos como las cotizaciones sociales, indemnizaciones por despido, formaciones o gastos sociales, que en Euskadi sumaron de media 11.595 euros por trabajador. Dentro de este componente, las aportaciones a la Seguridad Social tienen un peso clave y crecieron un 2,6% en 2024, manteniendo una evolución similar a los salarios.

El análisis territorial de la encuesta del INE pone en evidencia una importante disparidad entre comunidades autónomas. Mientras Euskadi y Madrid superan los 42.000 euros por trabajador, otras regiones como Extremadura (30.542,37 euros), Canarias (31.077,73 euros) y Andalucía (32.664,18 euros) se sitúan a la cola en cuanto a coste laboral neto. La brecha entre la comunidad más cara (Madrid) y la más barata (Extremadura) alcanza los casi 14.000 euros anuales, lo que evidencia desequilibrios estructurales en el mercado laboral español.

Estas diferencias responden tanto a las características del tejido empresarial como al peso de sectores productivos con distinta capacidad de generar valor añadido y rentabilidad. En comunidades como Euskadi o Madrid, con una mayor concentración de industria avanzada, servicios financieros y tecnológicos, los sueldos tienden a ser más altos, mientras que en otras regiones más orientadas al sector primario o turístico, los costes laborales son más reducidos.

Energía y banca, a la cabeza En términos sectoriales, el coste laboral también presenta marcadas diferencias. El sector del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado lidera el ranking con un coste laboral medio de 82.147,9 euros anuales por trabajador, el más alto del país. Le siguen las actividades financieras y de seguros, con 54.169,76 euros, y los sectores de información y comunicaciones.

En el extremo opuesto se encuentra la hostelería, donde el coste laboral medio es de apenas 23.138,9 euros, menos de un tercio del que se registra en el sector energético. Esta brecha refleja la fuerte dualidad del mercado laboral, donde conviven empleos altamente cualificados y bien remunerados con otros de baja cualificación y escasa protección social.