Un centenar de tractores y cientos de agricultores vizcainos se reunieron este viernes en El Arenal de Bilbao para reivindicar que se ponga fin a los tratados de libre comercio y se garanticen precios justos para los baserritarras. Y es que, según indicaron, la situación que están viviendo es "dramática". Un total de tres columnas de tractores partieron la madrugada de este viernes de zonas como Enkartterri y de las comarcas de Durangaldea y Artibai, Busturialdea, Gernika, Erandio o Txorierri. Los primeros salieron de Karrantza a las 6.30 horas y a lo largo de la mañana fueron saliendo de diferentes puntos para entrar a Bilbao por Zorrotza, San Ignacio y la N-634. La primera de las columnas llegó pasadas las 10.30 horas procedente de Enkarterri. Esta fue la que agrupaba al mayor número de tractores, alrededor de 40, y estos se fueron colocando en la explanada de San Mamés.
En los tractores que llegaron desde las tres zonas, que hicieron su entrada a la capital vizcaina haciendo sonar los cláxones, se podían ver pancartas en las leían frases como "El campo necesita más mujeres menos políticos", "Sin campo no hay vida", o "El campo se muere y tiene asesinos". Y es que, aseguran que la situación que viven es “muy difícil”. Lo es, no solo para aquellos que llevan toda la vida en el campo, también para las nuevas generaciones que reconocen estar teniendo “un camino muy difícil para poder dedicarse a la agricultura”. Eran pocos los jóvenes que conducían ese viernes un tractor, ya que el relevo generacional es otra cuestión a tratar en el mundo del campo pero es que, “¿quién va a querer trabajar en el sector agrícola cuando estamos sufriendo tanto y siendo tan castigados?”, se preguntaba Daniel Abaunza tras bajar de su tractor.
Abaunza lleva 30 años plantando tomates, lechugas y acelgas en sus invernaderos y confesaba que “la situación es muy complicada”. “Es de los peores momentos que ha vivido el sector desde que yo estoy dentro”, indicaba. Cuando comenzó como agricultor la situación era “de algún modo, ilusionante”, asegura, sin embargo, “la situación ha ido a peor”. “Hoy nos reunimos no solo para reivindicar una sola cosa, sino que son varios los problemas. Hay que luchar contra la competencia desleal, los papeleos que nos quitan tiempo de estar trabajando y mejorar la situación general”, explicaba. Además, indicó que a esos problemas a los que “se les puede poner solución rápida”, se les suman “otros más complicados” como el cambio climático, que está generando “cada vez más plagas”.
Un futuro complicado
La actualidad, es, a su juicio “preocupante”, y según relataba, el futuro no lo espera mucho mejor. “Cada vez hay menos explotaciones y mucha menos gente que se dedica a esto porque no les merece la pena. Al final acabaremos desapareciendo todos porque relevo generacional no va a haber”, apuntaba. Son pocos, es cierto, pero sí hay jóvenes que se dedican al campo. Es el caso de Mikel Bergara, que lleva desde los 16 años trabajando como ganadero junto a su tío. “La situación que estamos viviendo es crítica, esta movilización es un SOS”, denunciaba este viernes. “Los precios de coste son muy muy elevados, exagerados, y nos pagan, hablando claro, una miseria. Vendemos por debajo del coste de producción. Nos cuesta mucho producir, tenemos que estar prácticamente día y noche para sacarlo todo”, reconocía.
A sus 22 años, este joven agricultor está decepcionado con la sociedad porque considera que “se han olvidado del campo”. “Cuando estaba mi abuelo se veía todo más fácil, las cosas se valoraban mucho más, eran otras épocas. Ahora la gente está centrada en las grandes ciudades y el tema rural no le importa nada; no ven lo que nos cuesta nuestro trabajo”, indicaba. Sobre su día a día, contaba que está “prácticamente los 365 días del año subido al tractor” y que aun así, la situación es “insostenible”. “Tenemos maquinaria nueva, pero para sacar lo mismo que sacábamos antes hemos tenido que invertir mucho y esa la inversión nos está llevando a al ruina. Antes de la pandemia los precios estaban más asumibles, como el del plástico para envolver los rollos, la red, el gasoil... pero ahora está todo disparado y no podemos aguantar así, tienen que hacer algo”, reclamaba.
Tres reivindicaciones clave
El coordinador de EHNE en Bizkaia, Unzalu Salterain, por su parte, destacó en la explanada de San Mamés tras la llegada de los tractores las tres principales reivindicaciones de los baserritarras. Una de ellas tiene que ver con los Tratados de Libre Comercio que está negociando la UE con distintos países. En segundo lugar, defendió que los costes de producción tienen que ser compensados vía precio porque "seguir en el esquema de vender por debajo del coste de producción y complementarlo con ayudas es un fracaso". Por último, apuntó que hay que simplificar los mecanismos de aplicación de la Política Agraria Comunitaria porque la burocracia a la que se somete es "bestial, tanto en costes como en tiempo".
La protesta discurrió a través de la tractorada por las carreteras de Bizkaia en su camino a Bilbao, lo que generó retenciones de tráfico de alrededor de un kilómetro tanto en la N-634, desde Amorebieta, y también en la BI-711 en la carretera de la Ría desde Erandio. A las doce menos veinte los tractores comenzaron a abandonar la explanada de San Mamés. Una vez en el centro de la ciudad, el paso de los tractores provocó sobre las doce y media del mediodía que estuviera cortado el tráfico entre María Díaz de Haro y la plaza Circular, y que se registraran, por tanto, problemas mientras pasaba la caravana.
