Apenas 72 horas después de que la dirección de Michelin Vitoria comunicara al comité que el año que viene la planta afrontará la previsión de producción más baja “de los últimos 20 años”, comité y empresa volvieron a sentarse ayer lunes en torno a la mesa para abordar las medidas de ajuste planteadas: prescindir de 150 de los en torno a 3.500 empleados de la planta, ajustar calendarios para unas 650 personas en fabricación y paralizar inversiones previstas para los próximos tres años por valor de 75 millones de euros.

En esta reunión, según explicaron fuentes sindicales, los sindicatos plantearon a la empresa medidas para “minimizar” el impacto de esos “150 excedentes” que ha puesto la dirección sobre la mesa. En concreto, según explicaron a este periódico fuentes de Comisiones Obreras –sindicato mayoritario del comité–, CCOO y UGT presentaron una propuesta de medidas no traumáticas como adelantar la edad de acceso a los contratos relevo y las prejubilaciones, la movilidad funcional entre talleres de la propia planta gasteiztarra y una movilidad geográfica voluntaria entre factorías del grupo en el resto del Estado y Portugal que no se hayan visto perjudicadas en su producción por la caída de la demanda.

Según añadieron las mismas fuentes, el resto de sindicatos se sumó también a la propuesta de CCOO y UGT. Aún así, desde otras centrales se plantearon también otras medidas como bajas incentivadas.

Así, CGT recordó en un comunicado que “hay alrededor de 120 personas en plantilla en edad de poder acogerse a una jubilación anticipada”. Así, defendió “incentivar convenientemente esta y otras medidas como las bajas voluntarias y adelantar la edad de jubilación parcial por la vía del contrato relevo”. A estas medidas también añadió “hacer las inversiones necesarias para adaptar cuanto antes los puestos a las necesidades productivas repartir el trabajo reforzando puestos o el traslado voluntario a otros centros”.