Tubos Reunidos Group comunicó ayer lunes al comité de empresa de la planta de Amurrio su intención de presentar un ERTE para la práctica totalidad de la plantilla, que, en principio, tendría una duración de seis meses a partir del 1 de septiembre, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de la decisión empresarial.

En principio, la próxima semana está previsto que se constituya la mesa de negociación de este ERTE, que plantea una reducción del 50% de la jornada laboral. Las mismas fuentes señalaron que la empresa ha planteado esta medida de ajuste de producción temporal con la intención de contar con la “flexibilidad necesaria” para hacer frente a la bajada de pedidos que se viene detectando en los últimos meses.

Precisamente, la semana pasada, en un encuentro con medios de comunicación previo a la Junta de Accionistas de la compañía, el presidente Ejecutivo de Tubos Reunidos, Francisco Irazusta, trasladó que la entrada de pedidos se había reducido “de forma relevante” en los últimos meses, lo que iba a tener un impacto significativo en los resultados del segundo semestre del grupo, si bien en línea con lo establecido en su Plan estratégico.

Bajada de pedidos

En concreto, en la junta los responsables de la empresa apuntaron que esa bajada de pedidos está relacionada con el alto stock de tubos entre los distribuidores, así como el aumento de los tipos de interés, que está teniendo como consecuencia retrasos en los proyectos.

La planta de Amurrio, que cuenta con una plantilla de 800 personas, se estaría viendo directamente afectada por esa bajada de pedidos, que la empresa prevé que continúe en la segunda mitad del año y se prolongue en el arranque de 2024.

Por ello, ha trasladado al comité su intención de poder contar con un ERTE para aplicar, en caso de que sea necesario, en la planta de Amurrio y que lo plantea como “una medida coyuntural de prevención” para poder consolidar “la sostenibilidad” de la compañía.

El ERTE se está proponiendo para la práctica totalidad de la plantilla, en principio, durante un periodo de seis meses a partir del 1 de septiembre y supondría la reducción de un 50% de la plantilla, si bien se ha comunicado que no creen que se llegue al cumplimiento total del Expediente, aunque dependerá de la evolución de la demanda.

La decisión de la compañía supone un jarro de agua fría para la plantilla después de volver a beneficios en 2022, tras siete años de pérdidas, y duplicar las ventas.