El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco de Inglaterra (BoE) se mostraron ayer miércoles dispuestos a proseguir la senda de endurecimiento de sus respectivas políticas monetarias, a pesar del riesgo de recesión para las economías, aunque para ninguna de las entidades esta amenaza represente el escenario base en la actualidad.

“Nuestro escenario base no incluye una recesión, pero es parte del riesgo que existe”, reconoció la presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante el coloquio mantenido con sus homólogos de los bancos centrales de Estados Unidos, Reino Unido y Japón. De hecho, Lagarde defendió que de lo observado en el primer trimestre del año, cuando el PIB de la eurozona se contrajo un 0,1%, “se podría argumentar que no vimos una recesión, sino que la economía está estancada”, mientras que las expectativas para el segundo trimestre “no dan muchas esperanzas de que haya una fuerte recuperación”, particularmente en el sector industrial.

De tal manera, para la economista francesa las expectativas sugieren una segunda mitad de 2023 por encima del comportamiento económico de la primera mitad del año, “aunque moderada”, con una previsión de crecimiento del 0,9% para el conjunto del ejercicio.

En este sentido, el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, reconoció que, si bien el principal escenario manejado por el banco central no contempla una recesión, “hay una probabilidad significativa de que también haya una recesión, mientras que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, coincidió en que la entidad británica no pronostica actualmente una recesión, “pero hay que observar con mucho cuidado”.

De este modo, a pesar de la incertidumbre sobre la evolución de sus respectivas economías, los tres grandes banqueros centrales occidentales expresaron la necesidad de seguir subiendo los tipos de interés.

Aún queda terreno por recorrer

Así, la presidenta del BCE reiteró que “se ha cubierto mucho terreno, pero aún queda terreno por recorrer”, añadiendo que las decisiones del banco central se adoptarán en función de los datos y reunión a reunión.

De su lado, el presidente de la Fed aseguró que el banco central estadounidense tiene margen para seguir subiendo los tipos de interés, después de haber interrumpido en junio la secuencia de diez subidas consecutivas. “Creemos que se avecinan más restricciones”, indicó Powell.

Asimismo, el gobernador del Banco de Inglaterra explicó que la decisión de la entidad de subir los tipos de interés en 50 puntos básicos en vez de los 25 esperados por el consenso del mercado respondió a la evolución de los datos tanto en el mercado laboral como de inflación, que ofrecían signos claros de resistencia y llevó al banco a concluir que tenía que hacer realmente “un movimiento bastante fuerte (...) Estaba justificado”.

El otro participante del panel, el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, representó la estrategia contraria, ya que el país no ha restringido su política monetaria. En este sentido, Ueda señaló que la inflación está por debajo del 2%, por lo que mantendrán su política “sin cambios en este momento”.

En corto

Guindos

Subida en julio. La subida de tipos en la reunión de julio de Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) puede considerarse ‘fait accompli’ (hecho consumado), según indicó el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos, para quien la decisión en el cónclave de septiembre “está abierta” y dependerá de los datos. “Creo que julio es un hecho consumado. Se ha indicado y es bastante claro”, afirmó Guindos. “Julio es un hecho consumado. En septiembre creo que está abierto”, apostilló el vicepresidente del BCE.