La desaceleración económica de los últimos meses del año pasado se ha notado en la tasa de paro, que cierra 2022 en el 8,5%, medio punto por encima de la registrada en el trimestre anterior. Esto se traduce en que, en los últimos tres meses del año, el número de personas que buscaban empleo activamente y estaban disponibles para trabajar se situaba en 88.500, unas 6.100 personas más que en los meses de verano. Sin embargo, a pesar de la subida, el dato es mejor que el de comienzos de año, cuando la tasa de paro se situó en el 9,1%. Ya en el segundo trimestre bajó al 8,5%, pero el registro más bajo se dio en verano, con un 7,9%, para volver a subir ligeramente en el último trimestre del año.

Asimismo, entre octubre y diciembre de 2022, el número de personas ocupadas bajó a 962.600, un 0,5% menos (4.600 personas) que en el trimestre precedente, pero en el último año en Euskadi las personas ocupadas subieron en 17.100, lo que supone una media diaria de 46 empleos.

La caída del empleo en el cuarto trimestre y el ligero incremento del paro en el cuarto trimestre está relacionada con la ligera desaceleración de la economía que se viene observando en los últimos trimestres y fundamentalmente con la pauta de estacionalidad del mercado laboral vaco. De ahí que sea la observada el pasado año: primer, segundo y tercer trimestre con mejoras de empleo y bajadas de paro, y cuarto trimestre con bajadas de ocupación y aumento de paro”, valoró ayer el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu. Aún así, destacó la “robustez” del mercado de trabajo vaso.

Según los datos dados a conocer esta misma semana por Eustat, la desaceleración de la economía vasca ha sido progresiva a lo largo de los meses. Así, el primer trimestre del año, el PIB de Euskadi registró un crecimiento interanual del 5,8%, fue del 5% en el segundo trimestre; del 3,8% en el tercero y del 2,4% en el cuatro. Según Azpiazu, los datos son coherentes con las cifras de crecimiento de la economía en el cuarto trimestre que, de modo provisional, apuntan a un crecimiento del 4,3% en 2022 respecto al año anterior.

Azpiazu también destacó que al cierre del año había 17.100 personas ocupadas más, 15.400 personas paradas menos y una tasa de paro que desciende 1,5 puntos porcentuales respecto a 2021, cuando se situó en el 10%. Y todo ello se produce con un nivel de ocupación media durante el año de 961.700 personas que supera de largo el número de personas empleadas antes de la pandemia. Las últimas previsiones del Gobierno vasco estimaban para el cierre de 2022 una tasa de paro del 8,8% y para este 2023, del 8,3%.

Brecha de género

Los datos de la Encuesta de Población Activa publicados ayer por el Instituto Vasco de Estadística-Eustat indican que la tasa de paro femenina sigue estando por encima de la masculina. Así, entre las mujeres, el desempleo alcanza el 9,1%, mientras que entre los hombres es del 7,8%. No solo eso, en el último trimestre del año subió más el paro femenino que el masculino, un 0,8% frente a un 4,%, respectivamente. Por su parte, la tasa de ocupación –porcentaje de personas ocupadas entre 16 y 64 años sobre el total de esas edades y que se situaba a final de año en el 69,8%– también muestra diferencias entre hombres y mujeres: llega al 72,9% entre los primeros y se queda en el 66,7% entre las segundas.

Asimismo, los trabajadores con contratos indefinidos aumentaron respecto al trimestre anterior en 19.800, un aumento mucho mayor, de 61.400 personas, si se compara con los datos del último trimestre de 2021. Además, entre octubre y diciembre de 2022, de los 902.600 hogares que había en la CAV, una tercera parte no tenía ninguna persona activa, 3.800 más que en el trimestre precedente. Además, en casi seis de cada diez todas las personas estaban ocupadas, 4.900 familias menos, y los hogares cuyas personas activas estaban todas en paro eran 29.600, es decir, 600 más que en el trimestre anterior.