Tras dos años de pandemia, 2022 estaba llamado a ser el año de la recuperación económica. Una vez más, las expectativas se han visto truncadas, en este caso por la reprobable invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Esta circunstancia excepcional ha dejado en evidencia la debilidad de Europa en términos de suficiencia energética. Ha sucedido en un momento clave, en el que la Unión apostaba claramente por un cambio de modelo hacia la descarbonización, y ha llevado a un alza abrupta de los precios de la energía.

Antón Arriola

El corte del suministro de gas ruso, la inflación derivada y las consecuentes subidas de los tipos de interés amenazan con una potencial recesión en determinados países europeos, toda vez que los movimientos del Banco Central Europeo y las medidas públicas de alivio no han sido capaces de frenar la subida de los precios, lo que hará necesario nuevas subidas de tipos.

El tipo de interés de refinanciación del BCE se ha situado ya en el 2,5%. Este nivel, junto con las previsiones de nuevas subidas, impacta en las expectativas generales de consumo e inversión, y afecta directamente a los hogares y a las empresas de nuestro entorno.

En Kutxabank somos conscientes de las dificultades del momento y contamos con los mimbres necesarios para ser parte de la solución. Para ello partimos de una sólida posición que es ampliamente reconocida.

La Autoridad Bancaria Europea nos ha situado de nuevo como la entidad líder en solvencia del sistema financiero español.

La ratio de mora del Grupo es la más baja del sector, y hemos consolidado el liderazgo en cuanto a la calidad de los activos. La solidez del modelo de negocio también se refleja en la mejora de la rentabilidad, el riesgo de mercado, las exposiciones crediticias, los saldos dudosos y las exposiciones refinanciadas. Nos situamos, también, entre los mejores bancos del mundo en la gestión de riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Como consecuencia de todo ello, los ratings que otorgan las principales agencias internacionales a Kutxabank están entre los más altos del sistema bancario.

Con estos mimbres, dirigimos nuestra mirada a los problemas reales que afectan a la sociedad. A pesar de que el alza de precios se ha ralentizado, es un hecho indudable que la inflación desbocada ha debilitado las rentas familiares y generado una importante pérdida de confianza.

Desde Kutxabank hemos reafirmado nuestra voluntad de continuar siendo sensibles con las necesidades de nuestros deudores hipotecarios. En este sentido, la reciente firma del Código de Buenas Prácticas supone dar continuidad a la posición de flexibilidad que siempre hemos mantenido a la hora de negociar y ofrecer soluciones a las personas más vulnerables.

En cuanto a las empresas, los costes de producción se han elevado por la carestía de la energía y la inflación, y la subida de los tipos de interés ha alterado la forma de afrontar la financiación de nuevos proyectos.

En Kutxabank ponemos toda nuestra capacidad al servicio del tejido empresarial. Queremos insistir también en que no dejen escapar la ocasión que suponen los fondos europeos Next Generation, a pesar de todos los retrasos y sinsabores.

Los equipos de gestión de Kutxabank están a su entera disposición. Estamos ante un ejercicio que se presenta incierto en lo económico, pero que afronto al frente de Kutxabank como un reto lleno de grandes oportunidades. Pondremos todo lo que está en nuestra mano para mejorar en cercanía, agilidad y atención personalizada, en línea con la larga tradición histórica de esta institución financiera. Y sobre todo, nos centraremos en ayudar a solucionar los problemas a los que nos enfrentemos.