Paradoja en el mercado laboral vasco. Más personas que nunca trabajando, pero casi ocho de cada diez empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles profesionales que necesitan. También se puede tener sed en un oasis y el responsable de Empleo de Confebask, Carlos Pereda, explica a este diario las claves de ese “desajuste” entre oferta y demanda de empleo.

La generación del Baby Boom está empezando a jubilarse. Abarca un amplio espectro, desde 1957 hasta 1977, y es el segmento de población más numeroso en Euskadi. La suma en la ecuación de las tres transiciones que afronta la economía -digital, energética y sanitario/social- complica sobremanera resolver la incógnita. ¿Habrá los próximos años profesionales cualificados suficientes para reemplazar el conocimiento y empleo actual y los que surjan en el futuro?

La respuesta no es sencilla, pero la solución al problema actual y al que se avecina a más medio plazo pasa por la formación y -salvo un milagro en el capítulo de la natalidad- por la inmigración. Ambas cuestiones son vitales para el tejido productivo vasco porque la búsqueda de personal para los puestos más demandados es precisamente la que más quebraderos de cabeza genera.

Este año, explica el responsable de Empleo de Confebask, “han dado un subidón” los perfiles de contratación de informática y comunicaciones tanto de Formación Profesional como universitarios. Y a la cabeza de la demanda de las empresas se sitúa la FP de informática. Se busca personal de desarrollo de software, mantenimiento de equipos, comunicaciones entre dispositivos, instalación de hardware y seguridad en las conexiones.

En segundo lugar, las empresas demandan profesionales ligados a la producción industrial también en el ámbito de la FP. La fabricación mecánica, cada vez más ligada a la digitalización, es un nicho de empleo en expansión y el conocimiento del medio por parte de los trabajadores hoy en activo, que han sabido adaptarse desde la máquina más básica al control remoto, es difícil de sustituir.

En el ámbito de la Formación Profesional también hay una gran demanda, al tiempo que dificultades a la hora de encontrar personal, en los perfiles de administración y gestión de la empresa, también en cierta forma ligados a la digitalización.

Cambio estructural

“Todo lo que está ocurriendo está relacionado con la tecnificación de nuestra economía. La rama universitaria más buscada es la ingeniería informática. Todo está cambiando y, sobre todo, lo está haciendo en el sector servicios”, argumenta Carlos Cepeda.

“Todo lo que está ocurriendo está relacionado con la tecnificación de nuestra economía”

Carlos Pereda - Responsable de Empleo de Confebask

El representante de Confebask recuerda que la “enseñanza principal de la pandemia” en el ámbito económico “es que es fundamental tener a mano un ordenador con el que conectarse”. A eso “hay que añadir los problemas de secuestro de los servidores y la ciberseguridad en general” en las empresas. Se necesita personal en ese ámbito y el mercado laboral cubre la demanda en ocasiones a un ritmo menor del que necesitan las compañías. Además, en el ámbito industrial hay otras lagunas: electricidad, electrónica, instalación y mantenimiento de maquinaria. Son actividades en las que se está perdiendo mano de obra cualificada y que no son precisamente la carta más jugada por los jóvenes a la hora de acceder al mercado del trabajo.

En general, las empresas quieren contratar “personal cualificado para producción (técnicos y operarios), ingeniería, perfiles técnico científicos e incluso de venta comercial”. “Son los puestos más demandados en el contexto de un año de recuperación económica en el que el PIB probablemente llegue al 4,5% a final de año y se necesitan personas para sacar adelante ese trabajo”, subraya Pereda.

Es difícil encontrar algunos perfiles, pero no imposible: “De otra forma no estaríamos en máximos históricos de empleo y con una tasa de paro cercana al 8%. Sin embargo, llama la atención que las empresas tengan dificultades para encontrar a las personas que necesitan para su producción cuando en Lanbide hay 111.000 personas en situación de desempleo. Esto nos tiene que hacer pensar que hay un desajuste”.

“El tejido productivo está a la espera de esa recesión, pero que aquí no acaba de llegar”

Carlos Pereda - Responsable de Empleo de Confebask

La formación no encaja del todo con las necesidades de las compañías. Este año el perfil mayoritario demandado es el de Formación Profesional, con cerca de un 40% del total y después está el perfil universitario, que ronda el 35%. El 25% restante son puestos de trabajo que “no es necesario que tengan una cualificación y basta con estudios básicos. Sin estudios es algo que prácticamente ni se contempla”, detalla Carlos Pereda.

Para Confebask, esa circunstancia revela la “importancia” de los estudios, tanto de FP como universitarios, de cara a lograr un empleo. Ese es el foco en el que la patronal vasca considera necesario incidir para facilitar a las empresas la búsqueda de los perfiles profesionales que buscan. Desde que Confebask empezó realizar la encuesta de (empleabilidad) en 2016 las dificultades a la hora de encontrar personal “ha fluctuado, pero con una tendencia constante al alza”, indica el responsable de Empleo de la patronal vasca. Como novedad este año de fuerte crecimiento de empleo, “sorprende que la demanda de personal técnico sin tanta cualificación es mayor que otros años”. Se trata de personal ligado a la logística y el transporte, mozos de almacén o repartidores. También hay un mayor nivel de contratación en la construcción, ligada a pequeñas labores que no exigen una “cualificación importante” y que luego permite aprender otras tareas más complejas a pie de obra.

También se percibe gran dinamismo en hostelería. Un sector en el que hay dos caras. “No es lo mismo trabajar en un restaurante tres estrellas Michelín que en una taberna de barrio y en el caso del gran restaurante o el gran hotel les cuesta encontrar personal muy cualificado”, argumenta volviendo a la necesidad de formación y a las dificultades de hallar personal.

Base sólida de crecimiento

Respecto a la situación económica, Confebask espera que “lo que queda de año también sea bueno en el ámbito del empleo con la incertidumbre de la evolución en 2023”. El contexto es muy complejo y el responsable de Empleo de Confebask recuerda que al iniciar la guerra de Ucrania se encendieron las alarmas. Sin embargo, “más o menos” las empresas “han ido tirando bien durante este año”.  

En estos momentos, en cierta medida, el tejido productivo está “a la espera de esa recesión que parece que viene, pero que en nuestro caso no acaba de llegar”. “Es cierto que el ritmo de crecimiento se ha ralentizado en este último trimestre por las cifras que vemos tanto de actividad como de empleo, pero empezamos el año muy fuerte y nos mantenemos”, destaca Carlos Pereda. 

Todo ello a pesar de que en otros países europeos, socios de la economía vasca, a situación está cambiando. “Es sin duda preocupante y un elemento de incertidumbre, pero hoy por hoy no podemos decir que el empleo esté yendo mal por esta cuestión”, indica.