El Grupo Mondragon celebrará mañana martes en el Kursaal de Donostia un congreso que de primeras se preveía de trámite pero que ha dado un vuelco en las últimas semanas, cuando se ha conocido que dos de sus más conocidas cooperativas de la división industrial, Orona y Ulma, plantean a sus socios una relación diferente con la alianza cooperativa sin descartar su salida. A pesar de no constar en el orden del día de la cita congresual, esta información se tratará por los 650 compromisarios citados.

En el orden del día del congreso figuran los habituales puntos relacionados con la gestión del último año como la ratificación de admisión de cooperativas, el acuerdo sobre el presupuesto del Grupo Mondragon y las cuotas de financiación, además de los informes de gestión del Consejo General y la Comisión Permanente. El único punto que representa una novedad es la presentación a debate y aprobación de la ponencia “Adecuación de las aportaciones de Caja Laboral a los fondos e instrumentos de intercooperación y solidaridad” que, según un escrito remitido a los socios por Ulma, está en el origen de su decisión de replantearse la relación con la alianza cooperativa.

Esta ponencia tiene como objetivo adecuarse a la directiva del Banco Central Europeo que establece para entidades financieras con un determinado nivel de recursos la obligatoriedad de incorporar a sus órganos de gobierno consejeros independientes. Según se informa en la revista Tu Lankide de la corporación, la ponencia no ha recibido ninguna enmienda tras los cuatro meses de plazo para interponerlas.

Sin embargo, la nota remitida a los socios cooperativistas de Ulma refleja el desacuerdo de los órganos de dirección con esta ponencia al considerar que el planteamiento haría peligrar su identidad. Un supuesto recorte de la capacidad de decisión autónoma se encuentra también en la base del cuestionamiento de Orona, que muestra una disensión con las decisiones adoptadas por los órganos de gobierno del Grupo Mondragon y que se encuentra distanciada desde hace muchos años de la dirección de la alianza cooperativa.

Ulma

Por su parte, los órganos de gobierno de Ulma celebran estas semanas reuniones informativas con sus socios para presentar su propuesta, que plantea una solución “sostenible y positiva” para ambas entidades con un nuevo marco de relaciones que asegure “la identidad” del grupo de Oñati con nueve líneas de negocio y “fortalezca el movimiento cooperativo”.

El documento no descarta la posibilidad de abandonar el Grupo Mondragon, aunque son sus socios quienes tienen la última palabra. Según los estatutos de la cooperativa, la propuesta del Consejo de Dirección y del Consejo General se debe someter a la asamblea general compuesta por todos los socios, que tienen la capacidad de decidir sobre el futuro de Ulma, y que previsiblemente se celebrará en la segunda quincena de diciembre.

Los órganos directivos admiten que esta desavenencia no es la primera en la larga trayectoria de pertenencia al Grupo Mondragon que se inició en 2002, después de un conato fallido en 1993. La más notoria se produjo en el congreso de 2016 y estuvo motivada por la quiebra de la cooperativa Fagor Electrodomésticos, que llevó a la Corporación Mondragon a aprobar un nuevo modelo de financiación para afianzar la solidaridad entre todos los socios, pero asegurando que las inversiones se realizan en negocios rentables y sostenibles.

Como herramienta, el Grupo Mondragon planteó la distinción entre proyectos tractores que, por su dimensión y orientación estratégica, pueden disfrutar de un mayor nivel de autonomía dentro del grupo y los proyectos a potenciar y transformar, que consisten en aquellos potenciados por divisiones o cooperativas que requieren un apoyo específico para avanzar o consolidarse.

Orona

Este modelo se encuentra también en el origen del distanciamiento de Orona, que a mediados de diciembre decidirá si se mantiene en el Grupo Mondragon o lo abandona. En este caso, la empresa de elevación celebrará el 16 de diciembre la asamblea de la que surgirá la resolución definitiva de la cooperativa de Hernani que, por otro lado, en los últimos seis años no asistía a las reuniones de los órganos de dirección y su presencia en la sede de la alianza corporativa en Arrasate era anecdótica.

El Grupo Mondragon indica que todas las cooperativas son soberanas y libres de tomar sus propias decisiones, por lo que no reaccionará en el caso de que Ulma, Orona o las dos empresas decidan salir de la corporación. No obstante, afirma tener la puerta abierta para tratar las preocupaciones que han motivado este movimiento. Según ha reiterado en varias ocasiones, su deseo es que tanto Ulma como Orona visualicen su futuro dentro del Grupo Mondragon aunque habrá que esperar al congreso de mañana para conocer con más detalle su posición al respecto.

Fuerte presencia

La cooperativa de Oñati y la de Hernani tienen una fuerte presencia en la división industrial del Grupo Mondragon, que con anterioridad ya vivió el descuelgue de otras dos importantes socias, Ampo e Irizar.

Ulma tiene una facturación anual de 900 millones de euros entre sus nueve negocios que emplean a alrededor de 5.500 personas. Su proyección internacional se extiende por 81 países de todo el mundo.

Orona, por su parte, tuvo el año pasado una cifra de negocio de 832 millones de euros y emplea a 7.500 trabajadores distribuidos por todo el mundo.

CONGRESO

Donostia. El Kursaal acoge este martes, desde las 10.30 horas, el congreso anual de Mondragon, que recupera la presencialidad. De hecho, no habrá posibilidad de conexión telemática.

Compromisarios. A la cita están convocados 650 compromisarios en representación de todas las cooperativas. El congreso determina las pautas a seguir en temas de interés común.

Órganos directivos

Primer congreso de Leire Mugerza

Designación. La cita anual que reúne a los 650 compromisarios del Grupo Mondragon significará el estreno de Leire Mugerza, después de que a inicios del presente ejercicio fuera designada presidenta del Congreso en sustitución de Javier Goienetxea, que desempeñó este cargo durante siete años. La nueva alto cargo ya era miembro de la Comisión Permanente desde 2012 y tras su nombramiento se convierte en la primera mujer que ocupa este cargo. Este cambio sitúa la actual cúpula corporativa con Leire Mugerza como presidenta de la Comisión Permanente, que es el órgano de representación institucional que opera entre congresos, y por Iñigo Ucin, como presidente del Consejo General que es el órgano de dirección del grupo.