La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años; de hecho, Greenpeace alerta que en la última década hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad. Datos como que cada año se producen 500 mil millones de botellas de plástico en el mundo y que en España el 50% de los envases acaba en vertederos sacuden la conciencia y reclaman a gritos soluciones transversales.

En la última década hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad.

La industria tiene un peso fundamental en la guerra al plástico. Según el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) la evolución del índice de agosto de 2022 con respecto a agosto de 2021 tuvo un comportamiento positivo en todos los grandes sectores industriales. En los Bienes intermedios, en los que se encuentran la fabricación de productos de caucho y plástico, el ascenso de la actividad se sitúa en un 1,2% en términos interanuales. Por su parte, la producción industrial en Navarra también aumentó en agosto un 13,6% en términos interanuales y un 6,2% en Bienes intermedios (6,2%), según el INE.

Sin embargo, pese a la subida, la industria del plástico de un solo uso tanto en Euskadi como en Navarra tiene poco protagonismo. Aún así son varias las iniciativas y normativas que se llevan a cabo para hacer un uso más responsable y sostenible de los plásticos.

Límite al uso del plástico y economía circular

Este octubre, Euskadi se ha sumado a la estrategia mundial que intenta alargar la vida del plástico precisamente para que entre en una economía circular en la que una espiral de reutilización y reciclaje permita que el plástico no se convierta en residuo.

La industria tiene un papel muy relevante en la disminución del uso del plástico. Pexels

Se trata del Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos, impulsado por la Fundación Ellen MacArthur, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que ofrece pautas a gobiernos y empresas para tomar medidas concretas en relación al plástico. Los objetivos son eliminar los envases de plástico problemáticos o innecesarios mediante el rediseño y nuevos modelos de entrega, así como reutilizar los envases y que estos sean 100% reciclables o compostables.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, informó de que el Gobierno establecerá “metas ambiciosas” a 2025 para tratar de reducir el uso de plástico, innovar en este ámbito y mantener los artículos de plástico en la economía y fuera del medio ambiente.

Euskadi no es nueva en el ámbito de la economía circular. De hecho, en 2021 puso en marcha dos nuevos planes: el Plan de Economía Circular y Bioeconomía 2024, y el Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030. De este modo, se pretende apostar por un nuevo modelo de producción y consumo que facilite la transición de Euskadi hacia una economía más sostenible. Entre sus objetivos se sitúan:

  • Innovar en materiales, procesos y productos
  • Alargar la vida útil de los producto
  • Reducir la generación de residuos y el consumo de materias primas
  • Utilizar los plásticos de una manera más eficiente.
  • Aumentar la reutilización de envases
  • Reconvertir un 85% de los recursos no peligrosos en recursos secundarios
  • Fomentar un modelo de consumo más circular. 

Plan de Residuos de Navarra

Por su parte, Navarra busca convertirse en una sociedad de referencia en la prevención y reducción en la generación de residuos desde que en 2016 el Gobierno Foral aprobó el Plan de Residuos de Navarra (PRN). El documento marca el camino para afianzar la economía circular en la Comunidad, haciendo un uso responsable de las materias primas, aprovechando al máximo los recursos y aplicando la regla de reducir, reutilizar, reparar y reciclar.  

Algunas empresas navarras han logrado verdaderos hitos en la lucha contra el plástico. Sin ir más lejos, Volkswagen Navarra ha conseguido reducir en más de 20 toneladas el plástico de los embalajes de las piezas y acondicionamientos de las piezas enviadas por sus proveedores en el primer semestre de 2022. Desde hace más de una década, la compañía viene aplicando una política de reducción de residuos en todos los ámbitos de su producción, a través de su Proyecto Irati. 

Otro ejemplo lo encontramos en las once tiendas que Mercadona tiene en Navarra; todas ellas están adaptadas al nuevo modelo de tienda eficiente de la compañía, que pretende reducir un 25% el plástico en sus lineales, usar envases reciclables y reciclar todos sus residuos plásticos.