Una industria comprometida con el territorio, enraizada con el ecosistema productivo y tecnológico y volcada en la I+D. Esos son los ingredientes principales de la receta de “éxito” de Ingeteam, que ayer miércoles celebró su 50 aniversario en el Palacio Euskalduna de Bilbao con una nutrida presencia institucional. Al frente de ella, el lehendakari, Iñigo Urkullu, destacó que la ingeniería vasca es una “referencia” a seguir y pidió a las empresas “confianza en nuestras capacidades como país” y una apuesta firme por el “arraigo”.

El primer medio siglo de Ingeteam llega en un momento clave para la compañía, que está subida a la ola de la energía renovable desde 1996 y es hoy uno de los agentes más activos en el mundo en la descarbonización de la economía. En el corto plazo, sin embargo, el contexto es delicado debido a la crisis energética y a la respuesta de los estados de la UE. En este sentido, el CEO de Ingeteam, Adolfo Rebollo, tras reconocer que la “actitud” de Europa respecto a las renovables “es diferente”, lamentó que “los actos no acompañen a las palabras” y pidió “pasar a los hechos”.

Una reflexión que también realizó el lehendakari, quien aseguró que Euskadi “debe ser capaz de incrementar la generación de energías renovables” y, para ello, demandó “altura de miras, acuerdos de país y agilizar todas las infraestructuras para dotarnos de energías limpias kilómetro cero”.

El mensaje tiene como destinatarios a los partidos y colectivos sociales que en el pasado han puesto trabas a la puesta en marcha en la CAV de parques eólicos, la vía más directa en el caso vasco para aumentar el peso de la energía verde en el mix de producción. El reciente anuncio de la multinacional noruega Statkraft de levantar dos parques eólicos en la frontera entre Araba y Gipuzkoa ha avivado el debate. No obstante, en esta ocasión incluso alcaldías gobernadas por la izquierda aber-tzale en las localizaciones de los aerogeneradores han mostrado otra disposición porque el zapato de la energía exportada aprieta y mucho.

De ahí que Urkullu aprovechara la celebración del 50 aniversario de un líder a nivel mundial de las tecnologías renovables para reclamar un pacto de país en torno a una cuestión clave de cara al futuro: reducir la dependencia energética de Euskadi.

La apuesta industrial

Un movimiento que se está produciendo en toda la Unión Europea y que además es una oportunidad de crecimiento para la industria vasca y en concreto para Ingeteam, que está en medio de plan de inversión de 210 millones de euros, de los que 140 irán destinados a I+D para continuar con su apuesta por la tecnología propia. Su futuro es halagüeño, pero el lehendakari destacó también la trayectoria de la ingeniería y su capacidad de tracción de la economía.

“Los cincuenta años de Ingeteam ejemplifican la consolidación de la industria vasca. En la década de los 80, Euskadi apostó por la industria como motor de su economía. Los cimientos de la cultura industrial contribuyeron a generar un ecosistema internacionalmente competitivo”, indicó Urkullu.

Añadió que esa base que han sentado empresas como Ingeteam en colaboración con la administración, permitió a Euskadi “salir reforzada como país” de la “agresiva crisis financiera” de 2008 y 2009.

“Conocemos las dificultades e incertidumbres del momento, pero compartimos también la confianza en nuestras propias capacidades como país”, subrayó. A continuación, repasó datos de crecimiento de PIB y de empleo y lanzó un mensaje a las empresas: “Son resultados de una estrategia compartida y de una apuesta decidida que debemos seguir manteniendo con un espíritu de colaboración público-privada”.

Por último, subrayó la trayectoria de Ingeteam y su aportación a la sociedad vasca “a través de la generación de actividad económica y empleo” y de la “responsabilidad social corporativa”. “Representáis un ejemplo de arraigo que hoy agradecemos y reconocemos”, concluyó el lehendakari en un contexto en el que la venta de algunas compañías vascas ha supuesto su alejamiento de Euskadi en la toma de decisiones.

El aniversario de Ingeteam se inició con el discurso de bienvenida de su presidenta, Teresa Madariaga, con un repaso a los 50 años de esta compañía nacida en el edificio Soñar de Olabeaga y con un emotivo homenaje a sus cuatro fundadores. Tres de ellos, Javier Madariaga, Víctor Mendiguren y Miguel Gandaria estuvieron presentes. La viuda del cuarto, Alberto Belaustegi, también acudió al acto.

El CEO de la compañía, Adolfo Rebollo, fue el encargado de poner en valor con cifras el legado de los cuatro ingenieros que pusieron en marcha la compañía en 1972 para fabricar equipos eléctricos y de electrónica de control para el sector del acero. El nicho de negocio está hoy muy centrado en la energía renovable y Rebollo pidió a Europa que no dé pasos atrás en la dinámica de la descarbonización. “Un futuro sostenible solo puede ser electrificado, ya no hace falta combustible para calentar nada”, remarcó. En esa línea destacó que la apuesta inicial de la compañía vasca por la eólica se ha reforzado con equipos para energía fotovoltaica y que ahora está bien posicionada para desarrollar tecnología ligada al hidrógeno.

En el acto también tomó la palabra el delegado del Gobierno español en Euskadi, Denis Itxaso, que destacó que Ingeteam dedica un 5% de sus ventas a I+D y “el éxito de su visión empresarial y liderazgo tecnológico”.

INGETEAM

4.100

Trabajadores. Fundada en 1972 por cuatro ingenieros que volvieron a Euskadi tras cursar un posgrado en Alemania, Ingeteam inicio su expansión internacional y la apuesta por la energía renovable en 1996. Entonces tenía 180 empleados, hoy supera los 4.000 en todo el mundo.

210

Millones de inversión. La compañía tiene en marcha un plan de estratégico que contempla la contratación de 1.000 personas los próximos tres años. La inversión estimada superará los 200 millones.