Karmele Acedo: “Home Care Lab ha conseguido poner una mirada innovadora en el sector sociosanitario”

Diez años han pasado ya de la primera unidad de I+D+i de Grupo SSI.

Así es. Con la celebración del aniversario de Home Care Lab hemos querido dar visibilidad a un proyecto que es muy singular, ya que una unidad de I+D+i que además forme parte de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación no es algo cotidiano en el ámbito de los cuidados y, más concretamente, en el Tercer Sector al que nos dedicamos.

¿Cuál ha sido el objetivo de Home Care Lab

Uno de los objetivos de SSI desde los inicios ha sido visibilizar la innovación social y desde la unidad de innovación hemos contribuido a la transformación social.

¿La transformación social forma parte del fundamento de Grupo SSI?

Sin duda, está en el ADN de nuestras organizaciones, pero la mirada innovadora añade un plus a ese proceso de transformación.

¿Cómo han celebrado el aniversario?

Con una jornada técnica que ha contado con la presencia de profesionales del ámbito de la innovación y la transformación social. Y por supuesto, lo hemos celebrado con todas las personas amigas con las que hemos trabajado durante todos estos años. A todos nos une la preocupación por crear innovación en el sector del envejecimiento y del cuidado de las personas.

¿Cuántos proyectos ha desarrollado la unidad en este tiempo?

Hemos trabajado en más de 50 proyectos de innovación locales e internacionales.

¿En qué han consistido?

Algunos de ellos han acercado la tecnología a las personas en situación de vulnerabilidad y de fragilidad para ponerla a su servicio; otros, han facilitado la coordinación horizontal entre los servicios sociales y los servicios de salud; la autogestión de la salud de las personas mayores y el favorecimiento de su autonomía y permanencia en el domicilio; y también, la prevención de la soledad, o han trabajado en el desarrollo de nuevos perfiles y roles profesionales en el ámbito de los cuidados.

¿Qué ha aportado Home Care Lab

La contribución de esta unidad y de todo el partenariado que nos acompaña en la puesta en marcha de proyectos nos ha permitido evolucionar en el sector de los cuidados de las personas mayores. Hemos conseguido poner una mirada innovadora en el sector sociosanitario en aspectos relacionados con la formación, capacitación, modelos de gestión..., lo que en el fondo representan las líneas estratégicas y de trabajo de SSI desde sus inicios. Además, internamente la unidad nos ha permitido construir una oferta de servicios más robusta y atenta a los cambios que estaba pidiendo la sociedad.

¿La aplicación de tecnología ha contribuido también al cambio de enfoque del sector sociosanitario?

Por supuesto, la transformación digital, el data, y en general, toda la tecnología se ha puesto a disposición del sector en el día a día.

¿Hay apuesta de país por darle la importancia que tiene el envejecimiento en Euskadi?

Considero que sí, que es un reto de país y que en estos diez años la evolución ha sido considerable y se han hecho muchas cosas, como por ejemplo la creación de Fundación Adinberri, un ejemplo de que en la agenda política de Euskadi los cuidados y el envejecimiento ocupan un espacio relevante. Este peso se deja ver también en el trabajo que hemos desarrollado con diferentes instituciones como el Área de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao y de otros municipios, creando espacios de colaboración a través de los cuales hemos podido llevar a cabo muchas experiencias piloto que no dejan de ser oportunidades de reflexión a partir de iniciativas concretas.

¿Estamos ante un sector generador de oportunidades?

En Grupo SSI consideramos que estamos ante un sector que representa una gran oportunidad de generar de empleo. Ahora, eso sí, siempre bajo la mirada innovadora.

Actualmente, ¿en qué proyectos están trabajando?

Uno de ellos es el programa ZainLab, en el que estamos trabajando junto a la viceconsejería de Empleo del Gobierno vasco, y que busca contribuir a generar un mercado de trabajo profesionalizado en el área de los cuidados a las personas mayores. En este contexto, tenemos por delante varios retos. El primero es la profesionalización de un colectivo que está fuera del sistema y al que hay que formar. Para conseguirlo hemos puesto en marcha la experiencia de desarrollo MentSad para capacitar a personas que están trabajando en servicios particulares y que tienen pocas posibilidades de acceder a formación.

¿El resto de retos?

El segundo es la recualificación del sector. Si estamos hablando de un entorno cambiante e innovador donde está llegando la tecnología, el data..., dicho escenario exige que las personas que estamos trabajando en el sector tengamos adquiridas unas competencias con una mirada al 2030. Estamos en un momento en que tenemos ante sí una gran oportunidad para revisar nuestras competencias. El último reto es pensar en nuevas figuras profesionales que surjan del diálogo entre sistemas como las áreas de vivienda, salud, comunidad...

Otros proyectos en marcha...

Por un lado, están dos proyectos relacionados con la gestión compartida de la salud de las personas mayores entre los servicios sociales y el sistema de salud, CRONICare y FRAGICare, y el proyecto comunitario Mirada Activa Berria que tiene que ver con la detección y prevención de la fragilidad social de las personas mayores.