¿Era el momento de afrontar y poner encima de la mesa un estudio que afecta a la generación actual más numerosa hoy en España, verdad?

— Efectivamente, la generación de los baby boomers es la más numerosa hasta ahora y a los que más les afectaría la reforma de las pensiones. Afrontar su jubilación es realmente un hito muy importante para el sistema de pensiones. El sistema público de pensiones español es un sistema de reparto, por el que las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados en cada momento y, por tanto, su equilibrio depende mucho de la estructura demográfica. Esta estructura ha evolucionado y en los próximos años viviremos la jubilación de una generación muy numerosa, la del baby boom (nacidos entre 1957 y 1977), con carreras laborales largas con sueldos relativamente elevados, con una mayor proporción de mujeres que han cotizado y que, además, es una generación que va a vivir más años que las generaciones anteriores, es decir que cobrarán pensión durante más tiempo. La encuesta muestra lo que piensan acerca de este hito, pero también sobre su situación económica y personal para hacer frente a su retiro laboral.

¿Será sostenible el sistema de pensiones para afrontar estas progresivas jubilaciones?

— Se han dado pasos en la reforma del sistema, pero la sociedad ha cambiado mucho, ahora vivimos más años, afortunadamente, y tenemos carreras laborales más largas, y el sistema debe adaptarse en profundidad. Se necesita una reforma estructural que garantice los principios de solidaridad intergeneracional e intrageneracional, suficiencia, responsabilidad pública y privada, contributividad y sostenibilidad del primer pilar (sistema de reparto) a largo plazo, o introducir mecanismos de ajuste automático, que garanticen el equilibrio del sistema ante cualquier escenario de evolución demográfica o económica en el futuro. Como decía antes, el cambio demográfico y en el mercado de trabajo hacen necesaria una reforma del actual sistema de pensiones para que pueda seguir siendo un sistema que ampare a todos los trabajadores en la jubilación. La reforma debería tener como objetivo reducir el gasto del sistema en las nuevas pensiones, teniendo en cuenta que el aumento de los nuevos pensionistas será muy superior al de nuevos cotizantes a la Seguridad Social.

Hombres y mujeres, sobre todo porque la proporción de estas últimas en el mercado laboral es el más amplio generacionalmente hablando en España, sueldos más elevados que llevará a pensiones más altas, etc. ¿No había sucedido antes con tanta relevancia?

—Efectivamente, confluyen muchos hitos y se deben gestionar para, como decía antes, que el sistema de pensiones siga siendo sostenible. la generación de los baby boomers es una generación muy numerosa, que comprende a los españoles que hoy tienen entre 44 y 64 años. La progresiva entrada en la jubilación de esta generación supone un reto para la sostenibilidad del sistema de pensiones, principalmente por el número de personas que la integran, (13,3 millones de españoles y 1,4 de extranjeros) y en el que la proporción de mujeres que trabajan remuneradamente es mayor que en ningún otro periodo de la historia del que se tenga registro. Pero también porque sus miembros han tenido, en términos generales, carreras laborales largas con sueldos relativamente elevados. Y eso conlleva pensiones más altas, que tendrán que financiarse con las cotizaciones de generaciones mucho menos numerosas. Esta situación, unida a que cada vez nacen menos niños, y que la base de la pirámide sociodemográfica está cambiando, hacen necesaria una reforma del sistema de pensiones.

Existe un miedo real de estas generaciones por no poder disfrutar de sus futuras pensiones?

— En el País Vasco, dos de cada tres baby boomers consideran que la vida de los jubilados de su propia generación será peor que la de los actuales jubilados. Es una proporción algo más baja que la que arroja la encuesta para el conjunto de la población española. Además, la mayoría de entrevistados piensa que tendrá que jubilarse más tarde y que tendrá menor pensión. En este sentido, es importante señalar que no está en duda que se cobren las pensiones, pero la cuantía de las mismas será menor. Y es ahí donde tenemos que actuar de forma individual, fomentando el ahorro.

¿Es quizás una generación que no ha pensado mucho en el ahorro por su actual modelo de vida?

— La mitad de los baby boomers vascos afirma carecer de ahorros para su jubilación (50%), mientras un 42% sí los tiene, pero no sabe si serán suficientes para cubrir las necesidades que les puedan surgir durante ese periodo. Solo el 8% considera que el volumen de sus ahorros para la jubilación le permitirá cubrir esas necesidades. Estos datos muestran que, efectivamente, muy pocos han comenzado a ahorrar. Los factores pueden ser varios, las cargas económicas y familiares, la situación del mercado laboral, etc. pero lo más importante es que deben tomar conciencia de la importancia de ahorrar. De lo que nadie tiene dudas es de no percibir pensión alguna a pesar de que todos los años la bolsa de las pensiones está en números muy delicados. Pero sí uno de cada dos se cuestiona la pensión vitalicia.

¿Cómo se interpreta esto?

— Son muy pocos los vascos que piensan que no habrá pensiones (3%), pero al menos uno de cada dos (52%) alberga dudas respecto a si cobrará la prestación vitaliciamente (es decir, desde el momento de la jubilación hasta el final de sus días). A bastantes entrevistados (activos) les caben incluso dudas respecto a la estabilidad de su propio empleo: si bien un 57% cree que mantendrá su actual empleo hasta la jubilación, cuatro de cada diez piensan que no lo mantendrán (13%) o contestan que "no lo saben" (29%). En cuanto a lo que cobrarán al jubilarse, el desconocimiento es generalizado,

¿Podría explicarnoslo?

— De acuerdo a la encuesta, hay desconocimiento y entendemos que esto puede generar incertidumbre y preocupación. No dudan de que habrá pensión pública, pero no saben cuánto cobrarán. Dos tercios de los entrevistados (activos) en el País Vasco creen que alcanzarán los años de cotización necesarios para percibir una pensión completa (54%) , mientras que un 27% no confía en alcanzarlos (el 9% no lo sabe). Pero hasta ocho de cada diez (80%) carecen de una idea aproximada de cuál será el importe de su pensión. Y, de entre quienes dicen tenerla (20%), una cuarta parte (25%) no sabe indicar un porcentaje aproximado de lo que supondrá su futura pensión respecto al actual salario.

Cobrar en función de lo aportado, una pensión mínima, pero después que cada persona cobre en función de lo cotizado a la Seguridad Social, es lo más extendido en su encuesta, explíquese por favor.

— El sistema de pensiones español es generoso. Se trata de un sistema de reparto en el que las nuevas pensiones reciben de media entre 1,51 y 1,74 euros de prestación por cada euro de cotización (de acuerdo a las estimaciones del Instituto de Actuarios y del Banco de España). Reciben más pensión de lo que han cotizado y obedece en parte al aumento de la esperanza de vida, que genera un desequilibrio en el sistema.

Una carrera laboral de 40 años financia menos de 12 años de pensión, por lo que toda pensión recibida a partir de esos años supone un exceso de prestación sobre lo cotizado durante la etapa en activo. Hay que tener en cuenta que la esperanza de vida a partir de los 65 años se sitúa en 20,42 años (18.36 para los hombres y 22.33 para las mujeres. (Fuente: INE. Datos de 2020), muy por encima de esos 12 años.

Pero, efectivamente, la gran mayoría de baby boomers vascos creen que cobrarán menos de lo que han cotizado durante su vida laboral. En concreto, siete de cada diez entrevistados (72%). La encuesta nos muestra, una vez más, que entre la población prevalece la idea -equivocada- de que los jubilados españoles cobran menos de lo que aportaron a la Seguridad Social.

Pensión pública como único ingreso durante la jubilación, casi un 60%, frente a un 26% que contará con algún ingreso adicional. ¿Deberíamos prepararnos para mejorar este ingreso adicional?

— Deberíamos tener un mayor hábito de ahorrar y planificar, como hacían nuestros padres y abuelos. Es fundamental que lo tengamos presente, ya que nos va a permitir gestionar desde nuestro día a día, hasta ahorrar para hacer frente a imprevistos, planes de futuro y nuestra jubilación. Todos tenemos que tener claro que gestionar la salud financiera está al alcance de todos, no es una cuestión de edad o de ingresos, es una cuestión de concienciación. Es recomendable comenzar a ahorrar desde edades tempranas. Nuestra vida laboral es muy larga si comenzamos a trabajar temprano y es recomendable ahorrar desde el comienzo, con lo que nuestra capacidad económica nos lo permita, así como de manera continua, mes a mes, ya que nos resultará más fácil.

¿Cuáles son los modelos de ingresos adicionales de este 26%?

— El 19% de los entrevistados en el País Vasco cuenta con un plan de pensiones o EPSV individual (suscrito en todos los casos antes de los 50 años) y el 9%, con un plan de pensiones o EPSV de empresa.

La encuesta revela además que uno de cada dos 'baby boomers' carece de ahorros para su jubilación, ¿pueden ser necesarios para un futuro?

— Sería recomendable disponer de ahorros para tener una mejor calidad de vida a futuro, en el momento del retiro laboral. Si las pensiones son suficientes para cubrir las necesidades dependerá de la situación de cada uno. Existe cierto consenso de que la renta disponible no debería estar por debajo del 60% de la mediana de una renta de referencia. Con las reformas adecuadas podemos conseguir que la pensión mínima esté por encima del 60% de la mediana de salarios.

Un 88% considera necesario garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, como prevé el proyecto de ley de reforma de las pensiones pactado entre el Gobierno y los agentes sociales, pero ¿estaríamos dispuestos a pagar más impuestos para preservar el poder adquisitivo de las pensiones?

— Una mayoría muy amplia de entrevistados en el País Vasco (93%) considera necesario garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, tal como prevé el proyecto de ley de reforma de las pensiones que ha presentado el Gobierno al Congreso. Sin embargo, un 51% afirma no estar dispuesto a pagar más impuestos para hacer efectiva esa garantía.

Su encuesta ahonda incluso, preguntando por las partidas de gasto en las que harían recortes si eso fuera necesario para mantener el poder adquisitivo de las pensiones, ¿cuáles son las respuestas más significativas?

— Preguntados por las partidas de gasto de las que recortarían, si fuera necesario para mantener el poder adquisitivo de las pensiones, el 75% responde que no reduciría el gasto de ninguna partida social o de protección medioambiental; ahora bien, un 18% sí aceptaría recortes en protección del medio ambiente, un 12% en prestaciones al desempleo, y un 10% en prestaciones por dependencia.