La tensión aumenta a medida que se acerca la junta de accionistas del Igualatorio Médico Quirúrgico. Ese encuentro se ha convertido en algo muy parecido a una final, porque los socios tendrán que escoger entre los dos modelos que se han puesto sobre la mesa y marcar un nuevo rumbo a la compañía. El consejo y Adeslas plantean que la aseguradora compre sus acciones a los médicos que quieran irse. Ademi pone el contrapunto con una propuesta basada en incentivar que otros médicos adquieran las participaciones de los que se vayan con el objetivo de no perder el control de la compañía.

En ese contexto que inevitablemente ha dividido a los accionistas, la asociación que quiere que los médicos continúen teniendo capacidad de decisión, ha enviado esta semana varios burofaxes a la presidencia denunciando gestos y actuaciones que, en su opinión, dificultan que su mensaje llegue al accionariado. Una reunión convocada el pasado miércoles por la dirección en la que el director general de Adeslas, Javier Murillo, explicó las claves de su plan ha hecho arreciar las críticas. Ademi, que niega que haya una guerra abierta dentro del IMQ y que defiende que hay que evitar la división interna para que el proyecto siga vivo el “día después” de la junta, denunció ayer el “uso excesivo y arbitrario de recursos de la entidad para favorecer una de las corrientes” que se confrontarán el próximo miércoles.

“Campaña desleal”

En un burofax remitido al consejo de administración, Ademi, critica la “campaña desleal” de la dirección en “defensa de una solución al problema accionarial alejada del interés social de la compañía. A su juicio la presidencia está empleando “recursos económicos, materiales y humanos” en favor de la aseguradora de CaixaBank y Mutua Madrileña.

El protagonismo de Murillo y de asesores que defendieron el plan de Adeslas supone, en opinión de Ademi, “subrogar la representación que legalmente le corresponde al consejo”. Y hacerlo además “utilizando locales pagados por la sociedad”, ya que el encuentro se celebró fuera de las instalaciones del IMQ.

Más allá de esa circunstancia, Ademi se muestra especialmente crítico con la colocación de buzones para la recogida de delegaciones de accionistas de cara a la junta en ese foro. Tanto el consejo como la Plataforma de Accionistas del Igualatorio tuvieron oportunidad de recabar apoyos. Ademi, en cambio, no pudo hacerlo.

La asociación que se opone a los planes del consejo critica asimismo la comunicación “partidaria y sesgada” del consejo, “intentando hacer ver” que la única vía de salida de accionistas es la vender a Adeslas, cuando Ademi “también está de acuerdo en la salida de la sociedad de todos los accionistas que así lo quieran” y plantea una alternativa.