CONSEGUIR que los perfiles más demandados por las empresas se queden en Bizkaia es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las administraciones. Desde la Diputación Foral de Bizkaia son conscientes de ello y Ainara Basurko desgranó en que proyectos se están haciendo hincapié para que los jóvenes se queden en el Territorio Histórico y desarrollen los perfiles necesarios. “Hay una carencia de talento y tenemos un programa nuevo que es para atraer ese talento”, explicó la diputada de Promoción Económica quien cuantificó en “30.000 euros en dos años” las ayudas para cubrir parte del salario. Otra de las líneas de actuación son “proyectos de colaboración con los centros de Formación Profesional y con entidades como Innobasque” además del proyecto “Bizkaia Talent” con el fin de “desarrollar, detectar y atraer talento” y de 42 Urduliz.

Pero para llegar a la edad de poder trabajar es necesario despertar las vocaciones en los más jóvenes. Y este verano en BEAZ se han programado “talleres y sesiones con niños a partir de 8 años” haciendo especial hincapié en despertar el interés de las niñas.

En ese proceso de atracción del talento es necesario “educar a padres e hijos”, apuntó Tamara Yagüe, directora general de Tecuni, quien puso de manifiesto que lograr los perfiles adecuados es un largo camino. “Son evoluciones que tardan en cambiar. Más que retos de empresa, son retos sociales”. Esa mirada a la sociedad también la realizó el director general de Confebask, Eduardo Aréchaga, quien insistió en el reto demográfico. “En 10 años van a faltar 200.000 personas. El reto demográfico es la mayor amenaza que tenemos. Hay que mejorar en la atracción y retención de talento, la capacidad de mejora es infinita y nos va la vida en ello”.

Con ese fin, proyectos como 42 Urduliz son imprescindibles. Tras el periodo de selección, nada sencillo, Manuel A. Alonso, director Territorio Norte de Telefónica, subrayó las características de esta propuesta. “Hay un proceso de aprendizaje, cada uno aprende en función de lo que se compromete. Tú te marcas tu ritmo, tú te exiges, pero es imprescindible colaborar con los demás. Los alumnos no compiten entre sí, no hay profesores y es gratis”, detalló destacando que el objetivo “es ayudar a formar esos profesionales que hacen falta”.