El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, espera que se pueda alcanzar un “acuerdo en el tiempo más breve posible” con los sindicatos para “la necesaria reestructuración de los equipos” tras la fusión de CaixaBank y Bankia, y afirmó que es un proceso “doloroso”, pero “hay que hacer sacrificios a corto plazo para asegurar el máximo número de puestos de trabajo en el medio y largo plazo”.

Durante su intervención en las jornadas financieras de Deusto Business School, Goirigolzarri se refirió al ERE planteado y que se está negociando con los sindicatos desde este mes de mayo. En este sentido, se mostró absolutamente convencido de que se llegará a un acuerdo porque hay “voluntad de acuerdo” y por parte de la entidad “enorme”. “No hay nada más que desee que eso”, agregó.

Goirigolzarri añadió que la intención es llegar a un acuerdo completo “en el tiempo más breve posible” en torno al ERE, porque estas situaciones generan “un alto grado de incertidumbre”. “Nos van a quedar una semanas de negociación pero estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo”, insistió.

El banquero reconoció que es un proceso “sensible, complicado y doloroso” pero se inicia para “asegurar la viabilidad y la sostenibilidad futura” del proyecto porque la banca ese ahora un sector “en reconversión con enormes retos”.

Sostenibilidad del proyecto

Por ello, indicó, hay que tomar “medidas estratégicas de calado y tomarlas con anticipación” para asegurar la sostenibilidad del proyecto, porque la “inacción o el retraso” en la adopción de medidas es “tremendamente nocivo en un entorno tan cambiante”.

Según manifestó, en estas decisiones estratégicas “el capítulo más doloroso” es el redimensionamiento de la plantilla, que exige “sacrificios importantes a corto plazo para asegurar la sostenibilidad del proyecto en el medio y largo plazo”.

Goirigolzarri afirmó que CaixaBank y Bankia no se han fusionado para ser “más grandes” sino para liderar el proceso de transformación del sistema bancario. Según resaltó, están en el comienzo de un “proyecto muy bonito” y, aunque son conscientes de las “dificultades y retos” que tienen por delante, empiezan “con ilusión y ambición”.

Ante este entorno competitivo, el exdirectivo de BBVA, dijo que los dos bancos que han sumado fuerzas bajo su presidencia entendieron que la “mejor respuesta estratégica” era fusionarse y hacerlo “de forma rápida, con anticipación”. A su juicio, la fusión les da “tamaño crítico importante, eficiencia financiera” y “robustez”.