El inicio de este año "no ha sido bueno" para las empresas vascas, en general, y vizcainas, en particular, debido al estancamiento provocado por los rebrotes de covid y el mantenimiento de las restricciones de movilidad; por ello, el hasta hoy, presidente de la organización empresarial Cebek, Iñaki Garcinuño, abogó ayer por "utilizar las capacidades del Concierto Económico vasco para ganar competitividad y ayudar a generar riqueza en nuestro territorio".

El empresario vizcaino aprovechó la presentación de la Encuesta de Coyuntura de Cebek para despedirse de un cargo, el de presidente de la patronal vizcaina, que ha ocupado en los últimos 8 años. Antes de ceder el testigo, hoy, en la Asamblea anual de Cebek a su sucesora, Carolina Pérez Toledo, Garcinuño pasó revista a los principales temas que ocupan y preocupan a las empresas.

Garcinuñó, tras destacar el esfuerzo que están haciendo las empresas, en especial las pymes, para aguantar una caída del PIB del 10% con sólo un 2% de reducción del empleo, instó a las diferentes administraciones públicas a que "sigan esforzándose por ofrecer las mejores condiciones para que las empresas lleven a cabo sus proyectos, si son empresas nuevas para que se desarrollen lo más rápidamente posible o si se trata de una implantación exterior para que se instalen aquí".

En este sentido, se cuestionó el atractivo de Euskadi para las empresas pues señaló que "no es que la atractividad de nuestro territorio sea baja, pero es mejorable". Para argumentar dicha realidad, el presidente de Cebek recordó que "el triunfo de un partido político que aboga por reducir los impuestos en Madrid, que ya de por sí es el mayor polo de atracción de España, nos debe hacer reflexionar sobre la utilización que estamos haciendo de las capacidades que nos ofrece el Concierto Económico vasco".

En opinión de Iñaki Garcinuño, en estos momentos tras el duro varapalo generado por la pandemia, "quizá sea hora de desprenderse de prejuicios y de cálculos políticos para convertir el Concierto, de nuevo, en una palanca de competitividad, de atracción de inversiones industriales y financieras, que supongan un replanteamiento de la fiscalidad, no para recaudar menos sino para recaudar más sobre la base de contar con más bases imponibles y más actividad económica".

Tras reconocer el hándicap de Euskadi en la economía globalizada mundial por el pequeño tamaño del territorio y por el hecho de que el País Vasco está hoy en la periferia de los focos políticos y de la capitalidad, Garcinuño abogó por ser "ambiciosos y atrevidos". Entre otras cosas, destacó, para generar un territorio más atractivo para las empresas, "pues no hay que olvidar que a más empresas, más bienestar y más generación de riqueza". El presidente de Cebek señaló que no se puede obviar esto en el debate sobre el arraigo de las empresas en Euskadi.

"Mantener el arraigo da para un debate extenso, con muchos agentes implicados, incluida la propia sociedad vasca que ejerce mucho poder a través de su modelo de consumo, pero debemos poner en juego todas las capacidades financieras que tienen nuestras competencias para jugar las bazas que podamos en orden a mantener la capacidad de decisión de una empresa en el País", señaló.

Por último, Garcinuño, -tras abogar por el dopaje, y defender el papel de los ERTE, "aunque se tendría que poder despedir sin perder todas las bonificaciones"-, criticó a algunos sindicatos por no dialogar, no defender los intereses de los trabajadores y olvidarse del bien común.

"No hay que olvidar que a más empresa, más bienestar y más generación de riqueza"

Presidente de Cebek