La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, presentó ayer miércoles la estrategia vasca para llegar a una economía y, en general, una sociedad sostenible. Gran parte del camino ya está hecho y la transformación de la industria será uno de los principales ejes de actuación.

Basque Green Deal, alineado con los objetivos marcados por la Comisión Europea y que técnicamente supone la adhesión de Euskadi a esa hoja de ruta, asume el reto de alcanzar la meta de la neutralidad climática en el horizonte de 2050.

Pero los primeros objetivos están más cerca. De hecho, Tapia afirmó que la tarea más inmediata es reactivar la economía y hacerlo a través de tres grandes ejes: la digitalización del tejido productivo, la transición energético-climática y la apuesta por el sector sociosanitario. El Gobierno vasco hizo públicos, junto con el Basque Green Deal, los resultados del estudio sociológico sobre Cambio Climático y Transición Energética. La consejera destacó que Euskadi ya cuenta con iniciativas que apuntan en esa dirección y contribuirán a mejorar la eficiencia y competitividad de las empresas vascas. La estrategia, añadió, requiere de la implicación de todas las administraciones, los agentes económicos y el conjunto de la sociedad. Precisamente, en la presentación telemática del pacto verde vasco han estado conectados representantes de todas estas áreas. Además también ha participado la directora general de Acción Climática de la Comisión Europea, Clara de la Torre.

Cuatro grandes ejes

Basque Green Deal se marca cuatro grandes objetivos que van más allá de lo medioambiental. “No es solo una estrategia climática, es un modelo económico”, subrayó Tapia. Así, uno de los retos más inmediatos es generar empleos asociados a la economía verde y volver a situar la tasa de paro por debajo del 10%.

La transformación digital, la industria 4.0 que está ya en marcha, será otra de las palancas de actuación. El objetivo de reducción de emisiones es muy ambicioso y será necesario trabajar “por tierra, mar y aire” para reducir a la mitad los gases de efecto de invernadero en 2030, afirmó la consejera de Desarrollo Económico. La previsión es alcanzar la neutralidad climática en 2050 y lograr la descarbonización de la economía. El cuarto objetivo, muy vinculado al anterior, es darle la vuelta al actual esquema energético vasco y conseguir que las renovables supongan el 100% del consumo vasco en el futuro. Durante el acto, Euskadi se sumó al Pacto Verde Europeo propuesto por la UE en diciembre de 2019 y propuso su “propia hoja de ruta para lograr un futuro más sostenible, dando, a su vez, salida a la crisis sin dejar a nadie atrás”.

Tapia también se refirió a la contribución de la industria sostenible, con el Hub de Economía Circular, el Basque Ecodesign Centre y la herramienta para la reducción de la huella de carbono. En el capítulo de movilidad sostenible, la consejera citó la estrategia vasca del hidrógeno, con herramientas como el Energy Intelligence Center, la Gigafactoria Basquevolt, el Mubil, centro de electromovilidad o el Plan Renove.

La protección de la biodiversidad y reducción de la contaminación se recoge en esta estrategia, con la Ley de Patrimonio Natural, la intención de mejora de indicadores ambientales de agua, suelo y aire u el objetivo del 100% de sistema de saneamiento acometido para 2030.

En el área de la alimentación, destacan los programas de apoyo a la agricultura ecológica y el producto KM0, entre otros.