El Gobierno vasco ha negado que vaya a restringir el derecho de manifestación el Primero de Mayo, Día del Trabajador, y cree que lo "lógico" sería que los ciudadanos se movilizaran en su municipio de residencia, ya que, por las medidas adoptadas para evitar la propagación de la covid, muchas localidades estarán confinadas perimetralmente y con restricciones de movilidad.

Tras recordar que es una situación similar a la vivida el pasado 8 de mayo, Día Internacional de la Mujer, ha precisado que, en todo caso, serán los tribunales los que tengan la última palabra después del recurso interpuesto por los sindicatos ELA y CC.OO.

El portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, en una comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno, ha realizado esta reflexión después de que estas centrales sindicales hayan impugnado las restricciones de desplazamientos para las marchas convocadas con motivo del 1 de mayo. La centrales sindicales consideran que estas medidas conculcan el derecho de manifestación.

Zupiria ha señalado que el derecho de manifestación es "un derecho básico, que está reconocido así en la Constitución Española" y el Ejecutivo vasco "no tiene ni competencia jurídica ni voluntad política de restringir su ejercicio, algo que se ha demostrado con hechos desde que, en la primavera del año pasado, comenzó esta pandemia".