La industria vasca ha empezado el presente año mejorando respecto a diciembre de 2020 pero todavía no ha logrado recuperar los niveles previos al covid pues la producción industrial de la CAV en enero de 2021 ha caído un 3,9% con respecto al mismo mes del pasado ejercicio cuando todavía no se había paralizado la actividad económica por efecto de la pandemia de coronavirus, según el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.

La parte positiva es que, en términos homogéneos de calendario laboral, la producción industrial vasca creció en enero un 2% en relación a diciembre aunque está tendencia hacia la recuperación, según fuentes empresariales vascas, ha podido ser cortada por los rebrotes del covid.

Aunque hay sectores industriales mucho más afectados que otros y cuya recuperación se antoja más lenta, -caso por ejemplo de los aeronáuticos y del petróleo, como bien notan compañías vascas como ITP, Aernnova, Tubos Reunidos o Tubacex-, la evolución del índice de enero de 2021 en términos interanuales presenta signos negativos para todos los grandes sectores industriales.

La Energía, que incluye el suministro de electricidad y el refino de petróleo, baja un 12,1%, muy lastrado por el fuerte descenso de la demanda ante las restricciones a la movilidad.

Los Bienes de equipo caen un 5,2% y los Bienes intermedios lo hacen un 1,7%. Entre los primeros se encuentran la fabricación de vehículos de motor. Y no hay que olvidar que el automóvil ha iniciado el año en Europa con fuertes caídas de las ventas sin que el intento de implantar el coche eléctrico termine de despegar.

Entre los citados Bienes de equipo también se incluyen la construcción de material ferroviario, así como la aeronáutica y el naval; mientras que entre los segundos, están las actividades de metalurgia y fabricación de productos metálicos, la industria química y la fabricación de productos de caucho y plástico.

El mejor comportamiento, o menos malo, se ha dado en el segmento de los Bienes de consumo que en su conjunto presentan un descenso interanual del 1,2%, si bien el comportamiento de sus componentes ha sido de signo opuesto. De este modo, los Bienes de consumo duradero han crecido un notable 7,1% en enero. ¿De qué estamos hablando? Básicamente de equipamientos para el hogar como muebles y electrodomésticos. Por otra parte, los Bienes de consumo no duradero, alimentación, vestido etc, han descendido un 3,1%.

Si desglosamos la evolución de la industria vasca por territorios en evolución interanual, la realidad de que todavía no se han alcanzado las cifras de producción precovid se confirma en los tres territorios de la CAV. De este modo, en Bizkaia se ha producido un retroceso del 7,1%; en Araba, el descenso ha sido de un 4,1% y, finalmente, en Gipuzkoa, el territorio que mejor se comporta, de un 0,4%.

En este contexto se entiende las preocupaciones del sector industrial vasco, buena parte intensivo en consumo eléctrico, por la evolución de los costes para poder seguir manteniendo la competitividad y exportar a países cuya evolución económica es mejor que la de España.

Y una herramienta para que las empresas industriales vascas sean competitivas, más allá de hacer los deberes propios, es contar con el respaldo de una verdadera política industrial en el Estado que, evite, por ejemplo, que tengan que pagar más por la energía que las francesas o alemanas.

De ahí el interés que suscitó EL JUEVES la visita a Euskadi del secretario de Industria del Gobierno español, Raül Blanco. La industria, a la vista está de lo que pasa con la energía o el automóvil, prácticamente nunca ha sido una prioridad para España. Y esta siempre ha sido una queja del Ejecutivo vasco que, ahora, siente esa preocupación con el posible uso de los fondos europeos.

Y vista la exposición de Blanco parece que los fondos Next Generation manejados por el Gobierno español van a ir en mayor medida al turismo que a la industria.