La pandemia de coronavirus está teniendo una incidencia negativa muy fuerte en la industria siderúrgica, sobre todo en la ligada al mundo del petróleo y la automoción. Y una de las compañías afectadas es el productor vasco de aceros especiales Sidenor que ha comunicado a sus trabajadores la necesidad de adoptar, entre otras medidas, la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERTE) para los más de 1.500 trabajadores del grupo, de ellos unos 1.100 en las plantas vascas, por la caída de la demanda y de los precios del acero producido.

La compañía está muy volcada en aceros para el automóvil, un sector en una situación muy complicada de demanda con un fuerte descenso de las ventas y con muchas incertidumbres de producción de cara a los próximos meses sobre todo por el incierto futuro de los motores de combustión. El resultado es que la empresa, enfrascada además en fuertes inversiones en los últimos tiempos para modernizar las instalaciones fabriles, principalmente en Basauri, ha finalizado el primer semestre con pérdidas y las perspectivas para fin de año no son mejores tras cerrar julio con una producción de 56.000 toneladas.

En este contexto adverso, y aprendiendo de las lecciones del pasado que señalan que es mejor adoptar los ajustes precisos cuando la empresa todavía tiene actividad y músculo financiero y no cuando se ha deteriorado, Sidenor anuncia la aplicación de un ERTE hasta finales de 2021 a los más de 1.400 trabajadores del grupo.

La compañía presidida por José Antonio Jainaga asegura que por el momento puede evitar despidos entre la plantilla pero necesita adaptarse a la caída del mercado

El grupo vasco emplea a unos 1.100 trabajadores en el País Vasco en las plantas de Basauri, Azkoitia y Gasteiz. Sidenor, que concentra en el mercado de automóvil cerca del 70% de sus ventas, pondrá en marcha un «plan de transición industrial y de empleo para hacer frente a la caída de mercado que afecta a la producción”.