La industria de la energía afronta un año complejo como el resto de las actividades productivas, pero su horizonte está más despejado ya que la transición energética garantiza carga de trabajo a futuro. “Aunque esto sea un accidente puntual y no responda a causas económicas, puede condicionar la tendencia de algunos sectores, pero en nuestro caso no vemos ningún obstáculo porque el cambio energético se va a producir”, asegura José Ignacio Hormaetxe, director gerente del clúster vasco de Energía.

Se trata de un sector heterogéneo en el que conviven gigantes como Iberdrola o Petronor, fabricantes de componentes eléctricos de todos los tamaños, proveedores de servicios, compañías de mantenimiento del suministro eléctrico...

Algunas de ellas están en la lista de actividades esenciales y continúan abiertas. Todas se han abastecido del material de seguridad necesario -se realizó con la Asociación de Máquina Herramienta una compra conjunta de equipos de protección- y han reforzado la prevención.

A pesar de esos esfuerzos, las compañías ligadas a la energía sufrirán también los próximos meses. “No me atrevo ni a ponerle un número al impacto. Todas las empresas con las que hemos hablado dan este año como perdido, de supervivencia absoluta”, indica Hormaetxe.

Siendo “malas” las expectativas de resultados, espera que “se resuelvan las tensiones a lo largo de este año” y que la tendencia de inversión de los últimos años se recupere en 2021. “Nuestro sector necesita que se materialicen las inversiones en plantas e infraestructuras energéticas que estaban previstas a largo plazo”, subraya.

Mientras llega ese momento el objetivo es mantener un mínimo de actividad allí donde sea posible, porque hay carga de trabajo y sobre todo seguridad. “Desde el primer minuto nuestra primera prioridad ha sido reforzar las medidas de seguridad. Las empresas son las primeras interesadas en que sus centros de trabajo no sean un foco de contagio. Y también desde el primer minuto, respecto a los que han tenido posibilidad de hacer su trabajo desde casa, las empresas han sido las primeras que han querido evitar que sus trabajadores tengan que acudir a la compañía.

14.111

En el clúster de la energía conviven pequeños fabricantes de componentes eléctricos con gigantes de la distribución como Iberdrola. Las ventas superan los 14.000 millones.

23.580

Casi 24.000 personas trabajan en Euskadi en el sector de la energía.