madrid - La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha elevado la nota de solvencia de la deuda soberana a largo plazo de España de A- a A, con perspectiva estable, mientras que la canadiense DBRS ha acordado mantener el rating en A pero ha revisado al alza su perspectiva, que ha pasado de estable a positiva. La modificación de la nota crediticia de España se hizo pública a medianoche de ayer, en una semana en la que se ha confirmado la convocatoria de elecciones y se ha agravado la inestabilidad política en el país.

La agencia S&P, que ha subido la calificación a España por primera vez desde marzo de 2018, espera que el crecimiento del PIB de España se sitúe en el 2,2% en 2019, que se desacelerará entre 2020 y 2022, pero manteniéndose por encima de la zona euro. En su análisis, destaca igualmente que el balance exterior y la situación presupuestaria del país siguen mejorando y prevé que el déficit presupuestario de este año siga disminuyendo hasta situarse en torno al 2% del PIB.

En su justificación, la agencia resalta el crecimiento económico equilibrado y la mejora de la situación presupuestaria, que han hecho que el ratio deuda pública/PIB de España siga una trayectoria descendente más firme. También incide en que se ha avanzado en el desapalancamiento de los sectores público y privado. La mejora, según S&P, también refleja las perspectivas de continuación del saneamiento presupuestario y el avance en la consolidación fiscal. Para 2019, prevé un déficit de las administraciones de alrededor del 2% del PIB, el resultado más bajo desde 2007, y una deuda neta por debajo del 83% del PIB en 2022, frente al 89% en 2016.

Destaca igualmente que la economía española está mejor posicionada para soportar riesgos como un Brexit sin acuerdo o una ralentización del crecimiento en la zona euro. En este sentido, destaca las ganancias de competitividad, que se están traduciendo en superávits por cuenta corriente en los últimos años. Del mismo modo, pone de manifiesto que el crecimiento económico más equilibrado y la mejora de la posición fiscal están permitiendo una reducción más firme de la ratio deuda/PIB y prevé un mayor descenso del déficit y de la deuda pública respecto a su informe anterior. Con todo, alerta del riesgo a medio y largo plazo de la repetición electoral por la incertidumbre que genera la ausencia de gobierno y, aunque prevé impacto por la tensión en Catalunya, no cree que afecte de manera negativa a las perspectivas económicas del país.

“La perspectiva estable refleja nuestra visión de riesgos equilibrados para la calidad crediticia de España y nuestra expectativa de que, a pesar del estancamiento político en curso, las métricas de crédito económico, fiscal y externo del soberano se mantendrán en línea con nuestro pronóstico para los próximos dos años”, asegura la agencia. En cualquier caso, advierte de que podría bajar las calificaciones “si el déficit presupuestario se amplía significativamente nuevamente o si la deuda neta del Gobierno aumenta por encima del 100% del PIB”.

Por su parte, la agencia DBRS destaca que, a pesar de mostrar signos de desaceleración, se espera que la economía española siga creciendo a un ritmo relativamente fuerte, superando el crecimiento medio de la zona euro en 2019-2020, a pesar del difícil entorno exterior. En este sentido, subraya como puntos fuertes la economía diversificada del país, la competitividad del sector exportador y la pertenencia a la zona euro. - E. P.